Neda rinde tribute a los panaderos y panaderas locales

El paseo marítimo acogió la 32º edición de la Festa do Pan, donde cientos de visitantes pudieron degustar los productos locales

Cuatro panaderías locales expusieron sus productos en la fiesta

Neda recuperó este domingo la esencia de la Festa do Pan. La 32 edición de esta cita se convirtió más que nunca en un homenaje a los panaderos y panaderas del municipio que, en palabras de la pregonera, “hacen arte con las manos” y en el gran punto de encuentro que muchos vecinos esperaban tras dos años pandemia. A pesar de que la lluvia hizo acto de presencia, una vez más, millares de personas acudieron a lo largo del día la esta cita, declarada desde hace años Fiesta de Interés Turístico de Galicia.

Desde primera hora de la mañana, vecinos y visitantes que se acercaron al paseo marítimo de Neda tuvieron ocasión de comprar y saborear el producto estrella de la gastronomía local. Las cuatro panaderías nedenses que estuvieron presentes en el veterano certamen (Panificadora Germán, Modesto Hermida, Santa Rita y Paky) tuvieron este domingo el mejor escaparate para dar a conocer su producto, y supieron aprovecharlo. Así, quien más y quien menos, salía de la fiesta con su empanada, su bollo de patrón, o con uno de los tradicionales bollos ‘cachados’.

El pregón, uno de los momentos más especiales, corría a cargo este año de la escritora local Sara González Veiga, quien dedicaba la primera parte de su intervención a rendir tributo a las mujeres panaderas. Abuelas y madres que “merecen nuestro recuerdo y admiración”, señalaba para, a continuación, añadir: “no solo hacían las tareas precisas en la panadería junto con los hombres de la casa; también eran madres y trabajadoras domésticas, en un mundo donde la conciliación (aún mejorable) era inexistente”.

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La escritora local Sara González Veiga fue la encargada de leer el pregón este año

González Veiga recordó que la Fiesta del Pan es para los nedenses fundamentalmente “un día de celebración, de reunión, y de volver a ver a quién hacía años que no estaba ante tus párpados”. Algo que resultaba especialmente evidente en esta edición. Y concluía reivindicando el orgullo de ser de Neda “un lugar donde se hace arte con las manos, se transforma la harina y el agua del Belelle en bollos cachados, y la paciencia de horas y horas delante das masas son la esencia de uno de los oficios más hermosos del mundo”. También el alcalde, Ángel Alvariño, quiso sumarse a ese tributo poniendo en valor el trabajo de un sector clave para la economía local y, como no, subrayando el hecho de que los panaderos estuvieran al pie del cañón, aún en los peores momentos de la pandemia, para que el pan no faltara en ninguna casa

En la cita, también hubo tiempo para los premios. Eduardo Jiménez Jiménez y María de la O Martínez, con sus empanadas de lacón con grelos y de carne al caldero, ocuparon respectivamente la primera y la segunda posición en el recuperado Concurso de Empanadas. Les correspondió una talla del artista local Carlos García. La macrocarpa instalada permitió que, pese a la lluvia, la programación prevista se desarrollara con normalidad. Y así, tras la sesión vermú, más de 400 personas participaron en la tradicional comida popular que, ya por la tarde, dará paso a las actividades infantiles y al concierto de Luar na Lubre.

 

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