Las organizaciones sindicales CIG, UGT y CCOO y parte de la plantilla del Grupo Cándido Hermida realizó a primera hora de esta tarde una concentración delante de la nave que la empresa tiene en el polígono de Río do Pozo para protestar por el despido de 23 trabajadores. Estas rescisiones, que afectan a las empresas Grupo Cándido Hermida, INDUCA, INAVAL y Cándido Hermida Constructora, se producen al tiempo que se está contratando a nuevos operarios a través de ETT.
Las acciones de protesta continuarán este viernes con una marcha a pie desde las instalaciones hasta el ayuntamiento de Narón donde está convocada una reunión con la Alcaldía y los grupos municipales.
Tanto los sindicatos como el personal afectado manifestó su desacuerdo con las causas esgrimidas por el grupo empresarial sobre la supuesta mala situación económica, pues al tiempo que despide «contrata a nuevos operarios a través de empresas de trabajo temporal», aseguraron desde el comité de empresa. «Tampoco entendemos el despropósito que supone prescindir del personal más formado cuando tiene problemas para sustituirlo por mano de obra cualificada», se subrayó en el comunicado leído por uno de los trabajadores despedidos.

En este sentido, los sindicatos muestran su preocupación no solo por el personal despedido, sino también por el personal que está trabajando al entender que atrás de estos movimientos Grupo Cándido Hermida busca «amedrentarlos e intentar rebajar las condiciones laborales, algo que ya pretendieron en el 2019 con una tentativa para desregularizar la jornada laboral», advirtieron desde los sindicatos.
Junto a esto, criticaron que en este proceso no hubo buena fe por parte de la empresa, ni intención ninguna de encontrar una salida negociada. De hecho, aseguran, «la dirección ni siquiera se puso en contacto con la representación legal de los trabajadores hasta estar consumados los despidos».