La Xunta retomó la semana pasada las obras en la carretera AC-862, una vez se dan las condiciones de humedad idóneas para finalizar el acondicionamiento de las tierras. Unas tareas que se realizarán durante este mes de mayo. A continuación, en la primera quincena de junio, se prevé iniciar el tratamiento de la explanación mediante la estabilización con cemento y, luego, ya aprovechando la mejor climatología del período estival, extender el firme. El objetivo es poner en servicio el nuevo trazado mejorado de la AC-862 en los próximos meses.
Durante el invierno y a comienzos de la primavera fue necesario suspender la ejecución de las obras debido a la saturación de agua en el suelo a causa de las condiciones meteorológicas. Con estas circunstancias, no era posible realizar las labores necesarias para conformar la explanada garantizando la durabilidad de la infraestructura desde el punto de vista técnico.
La actuación tiene por objetivo mejorar la capacidad y la seguridad vial de la carretera AC-862, que une la autovía Ferrol-Vilalba y Ortigueira. La intervención se corresponde con la primera fase de acondicionamiento del tramo comprendido entre la AG-64 y Ponte Mera, a su paso por los ayuntamientos de San Sadurniño, Moeche y Cerdido, que cuenta con una inversión autonómica de 7,2 millones de euros.
En total, se actuará a lo largo de 18 kilómetros de carretera, rectificando curvas y ampliando la calzada. Se habilitará un tercer carril de adelantamiento a lo largo de 3,8 kilómetros, además de mejorar el carril adicional actual existente en sentido Ferrol.
Las principales actuaciones que se van a realizar son la corrección de trazados en los tramos curvos, mejora y rediseño de las intersecciones existentes y el encaje y dimensionamiento de carriles lentos, en aquellos tramos donde es viable.