El sindicato UGT, mayoritario en la planta de Gamesa de As Somozas, expresó hoy su malestar por la decisión de la empresa energética de cerrar la fábrica de palas de Ferrolterra. «En un radio de 10 kilómetros asistimos a la incongruencia de cerrar una central térmica con la excusa de la contaminación, a pesar de su viabilidad con biocombustibles, y cerrar una planta de fabricación de palas eólicas por falta de producción», criticaron desde el sindicato.
Desde el comité de empresa han denunciado el abandono que ha sufrido la comarca y la factoría por parte de la instituciones y demandan «ahora más que nunca» su apoyo para poder salvar más de 200 puestos de trabajos directos y cerca de 500 indirectos. UGT asegura que la decisión de cerrar la fábrica de palas se debe a un movimiento «únicamente especulativo» para trasladar a Portugal la producción y abaratar los costes de mano de obra. «Esto supone una fragrante competencia desleal dentro de los estados miembros de la Unión Europea, infringe los principios de cohesión y redunda en la precarización de las condiciones laborales de los trabajadores», critica.
Además el sindicato ha reafirmado su convicción de que la transición energética «pasa por el empleo de energías no contaminantes o que implementen políticas verdes y medioambientales» y creen que Siemens y Endesa «son claros ejemplos del fracaso de la política de transición energética que únicamente va generar pobreza, desempleo y emigración en nuestra comarca».
Por ello, creen desde UGT que la solución pasa por la voluntad de la instituciones. «En los próximos años serán necesarias nuevas palas para los aerogeneradores en los parques eólicos de Galicia y el resto del Estado y con esta decisión, se está apostando por la importación desde terceros países en lugar de liderar desde nuestro país esa economía verde», explican desde el sindicato.