El pleno del Ayuntamiento de Valdoviño aprobó por unanimidad la propuesta de Alcaldía para poder modificar los usos de determinadas parcelas del entorno de la AC-566 que actualmente solo puede acoger actividades industriales y destinarlas a usos comerciales, terciarios o equipaciones. Todo ello, previa tramitación por parte del Concello de Valdoviño. La medida persigue ampliar de este modo las posibilidades de este suelo urbano.
En esta línea, el alcalde, Alberto González, recordó que Valdoviño cuenta con una norma urbanística con más de 30 años de antigüedad, redactada en la década de los 80 en un contexto urbanístico, jurídico y social «que poco o nada tiene que ver con el actual», y que presenta un «alto grado de obsolescencia». Esto, insistió el regidor socialista «genera una grand complejidad urbanística a la hora de aplicar esta normativa, así como cierta inseguridad jurídica».
De ahí la necesidad de aprobar el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) en el que hoy trabaja el Ayuntamiento. Mientras no se complete ese proceso, los servicios técnicos municipales están tramitando procedimientos y normas para adaptarse a la nueva realidad social y urbanística de Valdoviño. Y, en ese contexto, la normativa gallega permite a los municipios que carecen de plan recurrir al Plan Básico Autonómico con carácter complementario. Precisamente, en esta normativa figuran los criterios interpretativos que se aprobaban en este último pleno.