Pinceles en mano, los cerca de 20 niños y niñas de la escuela unitaria de Taraza -Meirás- ayudaban esta mañana a Crisanto Poveda Gallego en los trazos finales del gran mural que durante las últimas semanas estuvo pintando en una de las paredes exteriores del centro educativo. Una imagen que todos y cada uno de los niños y niñas identifica en su día a día: la costa de Meirás, con el Faro de Punta Frouxeira y la Capilla de Oporto como protagonistas; con percebeiros en las rocas, y con una ardilla, imagen de las unitarias de Valdoviño, correteando por la zona. Una iniciativa que nació de la implicación de las familias en el programa formativo de la escuela, tal y como explicaba Crisanto, pintor aficionado, profesor jubilado tras 3 décadas en el cole de San Sadurniño, y abuelo de Gus, estudiante del centro. Y también de Rodrigo, que se incorporará el próximo curso.
Hizo la propuesta a las docentes, y estas dijeron sí desde el minuto cero. A partir de ahí, Crisanto presentaba el boceto y se ponía manos a la obra. En la jornada de hoy, los niños y niñas se sumaban a la iniciativa y completaban la obra.
Es el primer gran mural que Crisanto realiza, tras pequeños murales fruto de su trabajo como docente durante 30 años en San Sadurniño. Eso sí, asegura que la afición por la pintura le viene de niño y ya con 30 años realizaba su primera exposición. Desde entonces ha mostrado su obra, centrada en paisajes, en diferentes localidades, incluida Valdoviño, donde le gustaría volver a exponer. Desde ya, Meirás suma obra artística con su firma.
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