Hugo Piñón, un valdoviñés de 36 años, será el encargado de liderar la expedición organizada por Ojo de Nómada, Afganistán: descubriendo la tierra herida, en febrero de 2025. Desde su estancia a los 20 años en Italia como estudiante de intercambio de Erasmus, su vida ha estado plagada de una serie ininterrumpida de aventuras. A día de hoy, este viajero incansable, tiene la firme determinación de explorar todos los rincones del mundo —ya tiene 88 países visitados—. Aunque en esta ocasión, no lo hará como un mero turista, sino que guiará durante 13 días a un grupo de personas por un país que nunca ha conocido la paz, por una tierra de sufrimiento.
Desde que las tropas estadounidenses abandonaran el país en 2021, todos los burócratas y profesionales con formación académica también lo hicieron y el gobierno talibán ahora controla el poder con mano de hierro, pero desde Ojo de Nómada, la empresa organizadora del viaje aseguran que la situación es estable.
“Afganistán es un país súper cultural e históricamente ha sido un hervidero de guerra, de riñas y conflictos. Pero forma parte del mundo, y si quieres conocer todo lo que en él se encuentre, este es el momento, ya que ahora está en un periodo de paz”, añade Piñón, aunque matiza que es una paz relativa, ya que está instaurado este régimen islámico.
En ese sentido, se trata de una historia marcada por conflictos y ocupaciones extranjeras: de 1979 a 1989 soportaron una sangrienta invasión soviética, en plena Guerra Fría —a raíz de eso nacieron los talibán, financiados por países poderosos—, luego una guerra civil y, posteriormente, la guerra contra el terrorismo liderada por Estados Unidos. Esta región ha sido una confluencia de culturas constante; persas, árabes, turcos y otras civilizaciones, debido, principalmente, a su localización estratégica en el corazón de Asia.
País testeado
“Quería viajar a Afaganistán desde hace tiempo por mi cuenta, pero en febrero me contrató Rubén Díez, Lethal Crysis en Instagram, para ir de líder de expedición con Ojo de Nómada”, explica Hugo Piñón. Como él, cuenta que muchos viajeros tienen ganas de ir, pero muestran reticencias por la reciente situación del país.
Sin embargo, tiene la esperanza de que, al ser un viaje organizado con una empresa, con un guía y él, como líder de grupo, cambien de opinión. Es más, en Ojo de Nómada lo han testeado para asegurarse de que es segura la expedición: “Rubén ya lo visitó por su cuenta y tiene un montón de contactos”.
En Ojo de Nómada, antes de plantear una expedición, suelen ir a comprobar previamente el país. Esto tiene su lógica, puesto que los tours que planifican suelen ser lugares que entrañan algún riesgo. Lugares recónditos que se alejan de los típicos destinos o circuitos turísticos, como la de Benin, donde se mezclarán con tribus que hacen vudú y realizan prácticas caníbales. Por este y otros motivos, consideran “más responsable una planificación bien hecha”.
La expedición saldrá de la ciudad pakistaní de Peshawar, a través de la icónica puerta del Khyber. Está previsto que el punto de quedada sea en esa ciudad “muy, muy musulmana”, lo que será una primera toma de contacto para el viaje que se les presenta por delante.
Quedarán allí el 19 de febrero para gestionar la visa. El visado a Pakistán se puede hacer online, pero para entrar al país afgano hay que solicitarla en el lugar, así que Ojo de Nómada, en este caso Hugo, se encargará de ayudar a los expedicionarios con esa gestión y solventar cualquier duda que necesiten incluso con la de Pakistán.
Control talibán
En esa línea, advierte que se trata de un país con ciertas características: “Hay que tener muchas cosas en cuenta: estamos visitando un país talibán, se deberá usar ropa adecuada, hay zonas más conservadoras que otras. Los hombres tendremos que vestir la típica camisa larga con el pantalón de telas ocres o verdes y las mujeres una ropa similar, solo que deben llevar el hiyab puesto en todo momento.”
Asume que, a pesar de que quieran abrir el país al turismo, las mujeres siguen estando en una situación de extrema inferioridad, tanto es así que hasta socialmente tiene una posición superior un niño de 12 años que su propia madre. Sin mencionar los matrimonios forzados, que no pueden ir a la escuela después de los 10 años, que no pueden trabajar y que tampoco pueden conducir o salir a la calle solas.
Sin embargo, en este viaje no vivirán estas situaciones tan desagradables: “En restaurantes y hoteles hay unas zonas para hombres y otras para mujeres, pero nosotros no vamos a vivir esa situación. Comeremos en sitios donde lo podamos hacer todos juntos”, aclara el expedicionario.
“Una de las ventajas con las que contamos los occidentales, pero que a la vez también es la desgracia del mundo, es que cuando viajamos tenemos muchas ventajas, solo por nuestro lugar de nacimiento. Tenemos un salvoconducto increíble solo por ser del primer mundo, casi allá donde viajes”, reflexiona.
Añade que si le pasara algo a algún turista sería un riesgo a nivel internacional y tendría una repercusión que no les beneficiaría en absoluto. “Saben la repercusión que tiene Lethal Crysis y los 5 millones de seguidores que tiene, por eso quieren dar una buena imagen, el turismo puede hacer un país rico o pobre”.
Hoja de ruta
La expedición, después de dos jornadas en Peshawar, visitará la capital del país, Kabul, y al día siguiente se dirigirán a Bamiyán, lugar donde hace 1500 años se construyeron dos estatuas gigantes de Buda y en marzo de 2001, los talibán destruyeron con explosivos por hacer apología a figuras de religión no islámica. Unas estatuas de 55 metros y 38 metros de altura, que hasta el momento se consideraban en como las más grandes del mundo.
También explorarán la región sur, incluida la ciudad de Herat, famosa por la Mezquita de Jami. Herat fue una de las primeras zonas de Afganistán controladas por los talibán, siendo el lugar de origen del concepto talibán, que prometió establecer la paz en las áreas pastunes y hacer cumplir la sharia.
El viaje será en total de 13 días en los que recorrerán ciudades como Peshawar, Kabul, Bamiyan, Ghazni, Kandahar, Helmand y Herat. Todas ellas con algo que aportar al bagaje de cada aventurero; bulliciosos mercados, como el Mercado de Ave; ruinas antiguas, como la de Shahre Zuhak; monumentos históricos, como antiguas fortalezas y vibrantes bazares; y sitios culturales emblemáticos, como el Museo de Minas Terrestres de Omar.
Hugo, por su parte, antes de iniciar el proyecto afgano, cogerá todavía más experiencia en los países vecinos: “El verano pasado estuve dos meses recorriendo Asia; Taiwán, Filipinas y Brunei y ahora, el mes que viene, voy a ir a Arabia Saudí, Uzbekistán, Turkmenistán, que es un país bastante hermético, Kirguistán y Kazajistán. Voy a suprimir Pakistán y Afganistán, que son las del viaje”.