A cinco minutos caminando de la catedral de Santiago de Compostela nos encontramos con el restaurante Pedro Roca, una parada obligatoria y un lugar espectacular con un toque minimalista para saborear la gastronomía gallega con enfoque diferente. ¿Os cuento un poquito más?
Pedro Roca, chef ferrolano afincado en Santiago descubrió su pasión a través de la literatura gastronómica en libros de Álvaro Cunqueiro o Julio Camba, decidió pasar de la teoría a la práctica y abandonó la Facultad de Medicina para dedicarse a los fogones, su gran pasión y templo de dedicación.
A través de su carta, nos obsequia con su experiencia en cocina internacional, sus viajes y su alto conocimiento de la micología. Ha trabajado en lugares como Italia, Granada o Madrid además de sus tierras gallegas —Hotel Milano, Araguaney y el Caney en Santiago de Compostela—. Pedro es un gran referente en micología a nivel gallego que traslada su sabiduría en sus platos para dejarnos boquiabiertos y nos acostaremos sabiendo un par de cositas más sobre el mundo culinario.
Si tenéis ocasión de poder acudir a visitarlos conoceréis a Lucia, jefa de sala y gran conocedora de vinos gallegos. Con ella, el gran maridaje estará asegurado gracias a la acertada selección de vinos en su carta. Hará magia y os sorprenderá con sus trucos haciendo de tu velada un diez dejándote con ganas de volver a repetir. Reyna, a los fogones desde los comienzos de este restaurante, se ocupará del resto.
En su carta encontraremos producto fresco, de temporada, de tierra, de mar… un abanico gastronómico fusionado con pasión y mucha experiencia detrás. Algunos de los platos que he podido probar como: los tacos de cigala con calçots, diferentes y llenos de sabor. ¿A quién no le gustan unos buenos tacos?
Jurel marinado e hinojo un plato sofisticado, muy suave y delicado. Vieiras, alcachofas y jamón ibérico, el trío perfecto, apto hasta para los que reniegan de las alcachofas. Otros de sus platos: Choquitos de potera a la parrilla con verduras, solomillo de ciervo con trompetas de la muerte o lamprea a la bordelesa. Para coronarnos y ponernos acaramelados la torrija de almendras y frambuesas, chocolate y mango o tartaleta de manzana caramelizada.
Cuentan con opción de menú cerrado para grupos de 5-6 personas y menú degustación de temporada bajo reserva previa.