El delfín conocido popularmente como Manoliño o Confi, el solitario y carismático «arroaz» que desde hace años se convirtió en embajador de las rías gallegas, podría haber muerto en el muelle de Navantia Ferrol. Así lo advierte la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma), que apunta a la “compatibilidad” entre el cuerpo de un delfín hallado muerto el pasado 20 de junio en el dique 3 de la instalación naval y el ejemplar desaparecido desde principios de mes.
Según Cemma, el último registro verificado de Confi en la ría de Ferrol data del 4 de junio. Ese día fue visto acompañando a un velero y jugando con bañistas en la playa de Caranza. El día anterior, incluso nadó junto a participantes de un triatlón en la misma zona. Desde entonces, no se volvieron a tener noticias del animal, y la organización lanzó una alerta pidiendo colaboración ciudadana para localizarlo.
El hallazgo de un cadáver de delfín de más de 2,5 metros —compatible con las dimensiones de Confi— en una zona restringida del astillero ferrolano ha encendido las alarmas. Las imágenes compartidas en redes sociales muestran un ejemplar con “grandes cortes y mutilaciones compatibles con un sistema de propulsión marina”, según ha explicado Cemma. Las heridas, de izquierda a derecha y de adelante hacia atrás, incluyen la amputación completa del pedúnculo caudal, lo que sugiere un posible accidente con una hélice o propulsor tipo VSP, común en remolcadores.
¿El fin del popular ‘Manoliño’? Rumores de la muerte del delfín conmocionan Ferrol https://t.co/yiiS0MGUPc
— Cope Ferrol (@CopeFerrol) June 21, 2025
Además, se ha identificado una marca en el lado izquierdo del cuerpo que coincide con una antigua cicatriz provocada por un arpón en 2022, lo que refuerza la hipótesis de que se trata de Confi. Sin embargo, al no haberse podido examinar directamente el cuerpo —que permaneció inaccesible en zona industrial—, los expertos no pueden confirmar la identidad con total certeza.
Un delfín singular
Confi fue visto por primera vez en Galicia en diciembre de 2019, en el puerto de Portosín. Durante cinco años se movió por diferentes rías, destacando su estancia en Muros-Noia, Corcubión y, más recientemente, en la ría de Ferrol, donde se había asentado desde finales de 2024. Su carácter sociable y la cercanía con los humanos lo convirtieron en un fenómeno popular, pero también en una fuente de preocupación para los biólogos.
Desde septiembre de 2020, comenzó a interactuar de forma frecuente con bañistas, lo que generó episodios de acoso hacia el animal y situaciones de riesgo tanto para él como para las personas. Cemma lamenta que, pese a las advertencias, “el problema de orden público era incontrolable” en muchas playas.
Ahora, la posible pérdida de este emblemático delfín deja un vacío entre quienes lo seguían con cariño, al tiempo que abre el debate sobre la necesidad de proteger a estos animales frente a la interacción humana y los peligros en áreas portuarias.
“A falta de una confirmación definitiva, todo apunta a que hemos perdido a Confi”, concluyen desde Cemma, dejando abierta la esperanza, aunque cada vez más débil, de que el delfín aún pudiera aparecer con vida.