Los “cambios” en el viento han mermado la “disponibilidad” de la semilla del mejillón (mejilla) en los últimos años, según una investigación llevada a cabo por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Organización de Productores de Mejillón de Galicia (Opmega). Se trata de un fenómeno oceanográfico, conocido como “afloramiento costero” se da en algunas costas y en el caso del litoral gallego, está ligado a los vientos del norte.
Xosé Antonio Padín, el coordinador de esta investigación publicada en la revista internacional “Frontiers in Marine Science”, explica que cuando sopla viento del norte sobre las costas gallegas, la capa superficial del mar “se desplaza hacia el océano”.
Por ello, cuando este afloramiento es intenso, las larvas del mejillón son transportadas mar adentro, lo que dificulta que puedan incorporarse a las zonas de reclutamiento, es decir, que se fijen sobre el litoral rocoso donde los bateeiros van a recogerlas.
Además, Padín ha asegurado que el afloramiento costero determina la condición y producción de las rías, ya que fertiliza las aguas con nutrientes y sostiene el alimento de la semilla del mejillón. Así, aunque a priori se trata de un factor positivo que “facilita” que Galicia sea una “potencia mundial” en la producción del mejillón, el problema viene cuando este afloramiento es “intenso”.
Los detalles del estudio han puesto de manifiesto la situación de la semilla del mejillón en Galicia entre 2006 y 2022 y el descenso que esta ha experimentado. Según han explicado, la cantidad media que recolecta cada año este sector en Galicia es de 8.316 toneladas, pero el análisis de los informes ha revelado que en la campaña de recolección 2020-2021 la provisión fue de 6.300 toneladas.
Estos resultados coinciden con el “descenso general” de otras especies “a escala global”, ya que la zona intermareal es un lugar de transición donde ocurren “cambios abruptos” por el movimiento de las mareas.
Asimismo, el estudio también ha incidido en el cambio de estrategia de cultivo del sector mejillonero, que “pretende favorecer” la comercialización de mejillones de pequeño tamaño. “Este cambio en la producción ha reducido el periodo de crecimiento”, ha dicho la investigadora Laura García Peteiro, quien también ha subrayado que esto “podría afectar” al potencial reproductivo de los mejillones.
El estudio, publicado en la revista ‘Frontiers in Marine Science’, forma parte del ‘Programa de Ciencias Mariñas de Galicia’ y se enmarca en el papel que tiene la comunidad gallega en los Planes Complementarios de Ciencia del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.