El Ministerio de Defensa prevé formalizar este verano la orden de ejecución del nuevo buque de aprovisionamiento en combate (BAC) que sustituirá al ‘Patiño’, con una inversión estimada en 440 millones de euros. Así lo ha anunciado el portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Concello de Ferrol, Ángel Mato, tras su reciente reunión en Madrid con la ministra de Defensa, Margarita Robles.
El PSOE de Ferrol ha informado a través de un comunicado que Mato se desplazó a la capital para analizar junto a la ministra el estado de diversos proyectos relevantes para la ciudad. En el encuentro, Robles confirmó que los trámites para la construcción del nuevo buque en Navantia Ferrol están avanzados y que la firma de la orden de ejecución está prevista para este verano, con el objetivo de que todo esté listo en junio.
El nuevo BAC, anunciado previamente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una visita a Ferrol, representará un gran impulso para la carga de trabajo en los astilleros ferrolanos. Se estima que la construcción del barco generará tres millones de horas de trabajo de ingeniería y la creación de aproximadamente 1.800 empleos. Además, se prevé la participación de unas 300 empresas en el desarrollo del proyecto, de las cuales casi la mitad son gallegas.
El buque, que reemplazará al ‘Patiño’ tras más de tres décadas de servicio en la Armada, estará basado en el diseño del BAC ‘Cantabria’. Contará con una dotación de 164 personas, una eslora de 174 metros, una manga de 23 metros y un desplazamiento de 20.000 toneladas.
Durante la reunión, Robles y Mato también abordaron otros proyectos clave, como el programa de fragatas F-110, que prevé el inicio de la construcción de la tercera unidad este mismo año, y la iniciativa para abrir Ferrol al mar, dos años después de que ambas administraciones acordasen impulsar el proyecto.
Tras el encuentro, el portavoz socialista destacó el compromiso del Gobierno con Ferrol y su comarca, asegurando que estas inversiones garantizan una carga de trabajo estable en Navantia durante al menos una década, además de contribuir a la modernización de los astilleros de la ría. Mato subrayó que para encontrar inversiones de tal magnitud habría que remontarse al siglo XVIII, cuando el antiguo astillero trabajaba a plena capacidad en programas históricos como el de los «doce apóstoles».