Una operación policial a gran escala se ha saldado con la detención de casi 20 personas vinculadas a una red de narcotráfico que operaba en la comarca de O Salnés, A Coruña y Portugal. El operativo conjunto, bautizado como “Ceira”, contó con la participación de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera, y fue coordinado bajo el secreto de sumario dictado por el Juzgado de Instrucción número 4 de Cambados.
El despliegue policial comenzó en la madrugada del miércoles y tuvo lugar en localidades de O Salnés como A Illa, Noalla y Vilanova de Arousa, extendiéndose también a A Coruña y Portugal. Durante los registros, los agentes incautaron más de 20 kilos de heroína, una plantación de marihuana, vehículos de alta gama y dinero en efectivo.
Según informó el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, la organización desmantelada no solo se dedicaba al tráfico de drogas, sino también a la fabricación de “narcolanchas”. Estas embarcaciones ilegales, construidas principalmente para el transporte de cocaína desde Sudamérica a Europa, eran ensambladas en talleres clandestinos y almacenadas en naves industriales.
La operación ha dejado al descubierto una compleja trama con ramificaciones en Portugal, lo que otorga a esta red un carácter internacional. La laxitud en las normativas del país vecino sobre la fabricación de estas embarcaciones ha permitido a la organización criminal continuar su actividad a ambos lados de la frontera, facilitando la logística para el transporte de grandes alijos de drogas por vía marítima.
Fabricación de narcolanchas
Con casi 20 personas ya detenidas, los miembros de la red criminal pasarán a disposición judicial en los próximos días. Algunos de los arrestados tienen antecedentes por tráfico de drogas y contrabando, mientras que otros están siendo investigados por su implicación en la fabricación de las narcolanchas, un elemento clave en el transporte de drogas a gran escala. Las investigaciones indican que las redes que operan en la región tienen acceso a infraestructuras logísticas altamente especializadas, como astilleros clandestinos, lo que les permite mantener su actividad en la sombra.
La cooperación internacional con Portugal es fundamental para frenar el tráfico de drogas a través de las lanchas semirrígidas, cuya fabricación y uso están restringidos en España, pero no en el país vecino. Mientras tanto, el dispositivo policial permanece activo y se prevé que se realicen más actuaciones en los próximos días.