La Executiva Nacional del Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha acordado la expulsión del concejal de Moraña Rubén Fernández Monteagudo después de tener conocimiento de una acusación de violencia machista vinculada a su ámbito personal. La organización nacionalista le ha solicitado asimismo la devolución del acta municipal.
La decisión fue adoptada en una reunión celebrada el 15 de diciembre, un día después de que la dirección del partido tuviese constancia de los hechos a través de una persona del entorno de la víctima. El BNG ha precisado que la información no llegó por medio de una denuncia formal presentada a través de sus canales internos, sino de forma verbal, aunque consideró necesario actuar de manera inmediata.
Apoyo a la víctima y actuación interna
Como primer paso, la Executiva comunicó al afectado la suspensión de militancia y la petición de dimisión como concejal en el Concello de Moraña. El Bloque subrayó además que, en el momento en que se produjeron los hechos denunciados, Fernández Monteagudo no ocupaba ningún cargo orgánico ni tenía responsabilidades políticas dentro de la formación.
Paralelamente, el BNG contactó con la víctima para trasladarle su “total y rotundo apoyo” y mostrar su disposición a seguir sus indicaciones en relación con la comunicación pública del caso, con el objetivo de proteger su intimidad y su privacidad.
La organización ha reiterado su compromiso con una política de “tolerancia cero” frente a la violencia machista, independientemente de la persona implicada, y ha animado a las víctimas a denunciar este tipo de situaciones, con independencia del momento en el que se hayan producido. En este sentido, recuerda que cuenta desde 2021 con un protocolo específico contra las violencias machistas y con un canal de denuncias abierto tanto a militantes como a personas ajenas al partido.
Salida de la CIG
Además de su expulsión del BNG, Rubén Fernández Monteagudo ha dejado también sus responsabilidades sindicales. La CIG ha confirmado que el hasta ahora responsable comarcal de CIG-Ensino en Santiago solicitó su baja voluntaria del sindicato y cesó en todos sus cargos tras conocer las acusaciones.
La central sindical ha señalado que tuvo conocimiento de los hechos a través de las informaciones publicadas en los medios de comunicación y que no le consta la existencia de ninguna denuncia formal, ni verbal ni escrita, por estos hechos. Con estas decisiones, tanto el BNG como la CIG han querido marcar distancias y reafirmar su rechazo a cualquier forma de violencia de género.
