El anuncio del cierre de Sargadelos en Cervo ha dejado a sus trabajadores en una situación de incertidumbre y desconcierto. A pesar de acudir a sus puestos de trabajo en la mañana del jueves, los empleados se encontraron con las puertas cerradas y sin información oficial sobre su futuro laboral. Mientras tanto, en la planta de Sada la jornada transcurrió con total normalidad, sin alteraciones en la actividad productiva.
Puertas cerradas y confusión en Cervo
Desde primera hora de la mañana, los trabajadores de la fábrica de Cervo llegaron a la factoría para encontrarse con que la entrada había sido bloqueada. Para dejar constancia de su asistencia, firmaron un documento con sus nombres y DNI. Este hecho se produjo tras la comunicación del administrador único del grupo Sargadelos, Segismundo García, quien anunció el cierre de la planta a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social el día anterior.
La incertidumbre se apoderó de los empleados, quienes, sin representación sindical interna «por miedo», recibieron la asistencia de representantes sindicales externos, como Xorxe Caldeiro, de la CIG, y José Antonio Zan, de Comisiones Obreras.
La Inspección de Trabajo se esperaba en la fábrica para evaluar la situación, que los sindicatos consideran «totalmente ilegal» al no haberse llevado a cabo un procedimiento adecuado de despido, como un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Además, la noche previa al cierre, se registraron incidentes en la planta de Cervo. Un candado cerraba la verja de entrada a la zona de administración, el cual fue roto por los empleados de mantenimiento. También se reportó la avería de una cerradura en una puerta trasera. La Guardia Civil se personó en el lugar, pero los trabajadores optaron por no presentar denuncia por temor a represalias.
Normalidad en Sada
A diferencia de Cervo, en la planta de Sargadelos en Sada, la actividad continúa sin interrupciones. Los 64 trabajadores de Cerámicas O Castro acudieron a sus puestos con normalidad en el horario habitual de 07:00 a 15:00 horas, sin recibir comunicación alguna sobre la situación de la empresa por parte de Segismundo García.
Asimismo, las tiendas de Sargadelos en Santiago, Ferrol y A Coruña también operaron con normalidad. Según fuentes de la plantilla de Sada, en esta fábrica no existen problemas de salud relacionados con el desempeño laboral, ya que se cumplen las normativas de seguridad y se utilizan los equipos de protección individual (EPI) correspondientes.
