El futuro de la construcción sostenible se diseña con residuos agrícolas desde Galicia

BIRDMIND, la compañía creada por David Camba, presenta RiceTab, un tablero sostenible hecho a partir de cascarilla de arroz

Equipo de Birmind en sus instalaciones

Desde Pontevedra, una pequeña empresa llamada BIRDMIND está decidida a cambiar las reglas del juego en el diseño y la construcción. Con materiales 100% sostenibles y una apuesta clara por la economía circular, esta firma ha dado el salto al mercado con RiceTab, un innovador tablero hecho a partir de cascarilla de arroz que promete ser el futuro del sector.

“El objetivo es claro: hacer que cada producto sea reciclable, sin dañar el medio ambiente y evitando procesos contaminantes como la deforestación,” explica David Camba, el emprendedor detrás de este proyecto. Su entusiasmo no es casualidad; lleva años formándose y trabajando en diseño y carpintería, siempre buscando una forma de unir funcionalidad y sostenibilidad.

En su nueva fábrica, de más de 2.000 metros cuadrados, BIRDMIND ha implantado procesos de producción automatizados que no consumen agua y funcionan con energía 100% renovable. “Cada detalle cuenta. Queríamos asegurarnos de que lo que hacemos tenga el menor impacto posible en el planeta,” añade Camba.

El producto estrella, RiceTab, no solo es sostenible: también es práctico. Este tablero ignífugo, hidrófugo y antifúngico está diseñado para durar, lo que lo convierte en una opción ideal para revestimientos y muebles. Pero eso no es todo; al final de su vida útil, el material puede ser triturado y reutilizado, cerrando así el ciclo de producción. “Es una forma de no dejar huella, de aprovechar al máximo cada recurso,” explica el fundador.

Dos de los productos comercializados por Birdind

David Camba recuerda que lo que hoy es BIRDMIND empezó como una idea en su cabeza hace años, cuando trabajaba con las herramientas de su bisabuelo en su infancia en Caldas de Reis. “Siempre me fascinó crear cosas útiles, pero también bonitas. Con el tiempo, me di cuenta de que también podían ser responsables con el planeta”.

Con una inversión inicial de tres millones de euros, que combina fondos privados y ayudas públicas de la Xunta de Galicia, la empresa ya ha generado 10 empleos y tiene en marcha nuevos proyectos de investigación en su laboratorio de innovación. “Esto es solo el principio,” asegura Camba.

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