El grupo del neonazi lucense quería atacar a musulmanes, judíos y antifascistas

La organización Combat 18, a la que se vincula el detenido en una aldea en Sober, quería "atacar mezquitas, intereses judíos y locales de izquierda antifascista"

El material incautado en la operación contra el grupo neonazi Combat 18 | POLICÍA NACIONAL

La organización de ultraderecha ‘Combat 18’, a la que se vincula al hombre detenido en una aldea del municipio lucense Sober, tenía como prioridad “ataques a mezquitas, intereses judíos y locales de entornos ideológicos que sean interpretados como antagónicos, fundamentalmente de izquierda antifascista”.

Lo ha explicado el subjefe de la Comisaría de Información de Mossos d’Esquadra, David Sánchez, en rueda de prensa este jueves después de que el martes la policía catalana y la Policía Nacional arrestaron a los 16 sospechosos en Cataluña, Madrid, Sober, Toledo y Málaga, que han quedado en libertad provisional tras pasar a disposición judicial.

Sánchez ha señalado que estas eran sus prioridades, aunque la organización no tenía “un plan concreto contra un objetivo concreto” y estaba buscando medios para llegar a atacar.

Entre sus objetivos intermedios estaba captar a nuevos miembros a través de la propaganda en redes sociales, una actividad que, según Sánchez, “se había multiplicado en el último tiempo” tras casi dos años de monitorización policial.

Sánchez ha explicado que, para los Mossos, ahora mismo las principales amenazas a la seguridad en Cataluña son la ultraderecha violenta y el yihadismo y, preguntado si por tanto rebajan el riesgo que atribuyen al anarquismo, ha contestado que “por una cuestión coyuntural sí”, y ha distinguido entre las intenciones y la capacidad que pueda tener un grupo.

Radicalizados “hace años”

Respecto al extremismo de derechas ha explicado que cuenta con “una actividad constante y consistente en generar relato, captar personas y con unas intenciones claras de cometer ataques”.

Ha señalado que esta operación, que los Mossos han denominado Dracarys, no implica que haya aumentado la amenaza que supone este extremismo, sino que “se mantiene sostenido pero en cualquier caso es elevada”.

Sánchez ha concretado que los arrestados esta semana (13 hombres y 3 mujeres) tienen entre 29 y 49 años, “un perfil de personas que tienen un proceso de radicalización completado de hace años, no que ahora lo estuvieran iniciando”, y la mayoría ya cuentan con antecedentes por delitos de odio o relacionados con su ideología.

Estructura jerárquica

Sánchez ha contado que una característica habitual del supremacismo blanco son las acciones individuales, una táctica llamada “resistencia sin líder” en la que no existe una organización estructurada en todo el mundo.

En cambio, un rasgo diferencial en el grupo desmantelado esta semana es que sí contaban con una estructura jerárquica (con cargos diferenciados como presidente, tesorero y, con menos implicación, simpatizantes) y la policía ha detectado “múltiples reuniones de coordinación” entre los sospechosos que estaban en Catalunya, mientras que el resto mantenían contacto virtual.

En este sentido, Sánchez ha señalado que la capacidad de una organización es mayor que la de una persona individual, que supone mayor riesgo potencial, y ha puesto en valor que haberles investigado desde una fase muy inicial permite a los policías trabajar cuando aun no hay riesgo elevado para ciudadanía e intervenir rápidamente si este surgiera aunque esto tiene “limitaciones a nivel procesal y penal probablemente”.

Los sospechosos están investigados como presunta organización criminal y Sánchez ha señalado que esto ya supone un delito grave porque la razón de su existencia era cometer delitos contra personas, y también se les atribuyen los presuntos delitos de tenencia ilícita de armas y contra los derechos fundamentales.

El detenido en Sober quedó en libertad

Precisamente, el hombre arrestado el martes en una aldea del municipio de Sober por su supuesta vinculación con esta organización criminal ha sido puesto en libertad este jueves con la obligación de realizar comparecencias quincenales, según han informado a Europa Press fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

El varón de mediana edad, que responde a las siglas G.C.B, se ha acogido a su derecho a no declarar ante la autoridad judicial y las diligencias se remiten ahora al juzgado que instruye la causa, en Manresa (Barcelona).

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