El joven pontevedrés A. V. F., conocido como “Capi” y famoso por su agresión al expresidente Mariano Rajoy en 2015, solicita a la justicia que se le aplique una exención completa por alteración psíquica para evitar la prisión tras un intento de asesinato contra un periodista. Este jueves, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra concluyó el juicio, en el que se deliberará la sentencia.
Durante la audiencia, el acusado solo respondió a las preguntas de su abogado, asegurando que no tenía intención de matar al periodista, al que afirma no conocer personalmente. Según “Capi”, su intención era “mandar un mensaje a la prensa en general” debido a lo que considera un acoso mediático desde su incidente con Rajoy. Explicó que “quería que dejasen de publicar sobre mí y que me respetasen”.
“El que pegó a Rajoy”
Los hechos ocurrieron el 14 de julio de 2023. Según su testimonio, en un momento de frustración por la supuesta presión mediática, decidió dirigirse a las oficinas de La Voz de Galicia en Pontevedra. Allí, tras identificarse como “el que pegó a Rajoy”, comenzó a destrozar el mobiliario y equipos informáticos. Fue entonces cuando se cruzó con el periodista, con quien tuvo un violento altercado, utilizando un rodillo de cocina y un cuchillo de unos 18 centímetros. La víctima, que testificó protegida por un biombo, describió el ataque como una escena de “Psicosis”.
El Ministerio Fiscal sostiene que el acusado intentó asesinar al periodista y ha solicitado una pena de ocho años de prisión, siete años de libertad vigilada y una prohibición de acercarse a la víctima por diez años. También se le imputan delitos de daños, por la destrucción de equipo informático valorado en más de 2.200 euros, y resistencia a la autoridad durante su detención, por los que el fiscal solicita multas adicionales.
La defensa, en cambio, pide que se aplique una exención completa o, en su defecto, una condena reducida por alteración mental, solicitando el ingreso del joven en un centro psiquiátrico especializado. La madre del acusado también imploró que reciba ayuda psiquiátrica, insistiendo en que aún hay tiempo para su recuperación.
Los informes forenses señalaron que el acusado sufre un “trastorno disocial” con problemas en el control de impulsos, aunque los análisis descartaron el consumo de cocaína el día del ataque, a pesar de su declaración inicial.
El historial delictivo del acusado incluye episodios anteriores de violencia, como un incidente en 2020 en un bar, donde fue condenado por amenazar a clientes, y una agresión en 2019 contra un coordinador de Vox en Pontevedra, de la cual fue absuelto mediante un acuerdo. En el caso de Rajoy, siendo menor, cumplió una condena en un centro de menores.