Carral vivió este miércoles una jornada política de gran tensión que culminó con el regreso de José Luis Fernández Mouriño (PPdeG) a la Alcaldía, cargo que ya había ostentado entre 2003 y 2019. La moción de censura presentada por los cinco concejales populares salió adelante con el respaldo de dos ediles no adscritos, antiguos miembros de Alternativa dos Veciños (AV), formación del hasta ahora regidor, Javier Gestal.
El pleno, celebrado en el pabellón municipal ante varios cientos de vecinos y bajo fuerte presencia policial, estuvo marcado por abucheos, gritos y pancartas de apoyo al alcalde saliente. La votación se resolvió con siete apoyos frente a seis rechazos, lo que dio la mayoría suficiente para que Fernández Mouriño recuperase el bastón de mando.
Durante la sesión, la concejala no adscrita Mercedes Caridad fue la encargada de leer la moción, momento en el que parte del público respondió con gritos de “mentira” y “fuera”, tildándola de “tránsfuga”. El otro edil que avaló la iniciativa, Francisco Bello, también fue increpado, especialmente tras criticar la influencia del presidente de AV y alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, que asistió al acto arropando a Gestal.
En su intervención, Fernández Mouriño defendió que el cambio de gobierno busca dar estabilidad al municipio tras la ruptura del pacto de investidura, rechazando que se trate de “un golpe a la democracia”. Prometió un ejecutivo “volcado en los vecinos” y dispuesto a “dejarse la piel” por Carral.
Por el contrario, Gestal calificó el día como “triste” y acusó al PP y a los ediles no adscritos de actuar por intereses personales. Su compañera de filas, Rocío Rabuñal, fue aún más dura y denunció una “moción de rencor y ansia de poder hecha por tránsfugas”, exigiendo que no reciban competencias ni retribuciones en el nuevo gobierno.
Desde el PSOE, la concejala Patricia Blanco recordó que la izquierda ganó las elecciones de 2023 y que la moción no respeta la voluntad popular, aunque también lanzó críticas a la política económica del gobierno de AV.
La sesión concluyó entre ovaciones al alcalde saliente y abucheos al nuevo regidor, en un clima que refleja la fuerte división política y social en el municipio. Con esta moción, Fernández Mouriño vuelve a situarse al frente del Ayuntamiento de Carral tras seis años fuera de la alcaldía.