El Tribunal Supremo ha revocado la suspensión del parque eólico de Campelo, en A Coruña, desautorizando así al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y estableciendo un nuevo criterio que podría afectar a numerosos proyectos en la comunidad. Esta decisión supone un giro en la jurisprudencia que hasta ahora ha frenado la expansión del sector eólico en Galicia, donde la Justicia mantiene paralizados 97 parques eólicos.
Un fallo que rompe con la doctrina previa
La sentencia del Supremo responde a un recurso presentado por la energética gallega Greenalia y la Asociación Eólica de Galicia (EGA) contra la decisión del TSXG de suspender el parque Campelo en mayo de 2023. La Justicia gallega argumentó que la infraestructura debía considerarse parte de un proyecto mayor, ya que compartía infraestructuras con otro parque eólico. Hasta ahora, esta interpretación había sido clave para frenar el avance de numerosos proyectos en la comunidad.
Sin embargo, el Supremo ha corregido este criterio, señalando que la simple compartición de infraestructuras no implica necesariamente que se trate de un único proyecto. La sentencia destaca que cada caso debe analizarse de manera individual y que la normativa vigente no establece de forma automática esa vinculación.
Además, el alto tribunal ha desestimado otras razones que el TSXG esgrimió para anular la autorización del parque, como la reducción de los plazos de exposición pública y la supuesta falta de acceso a informes sectoriales. En este sentido, el Supremo reitera que la actuación de la Xunta en la tramitación ambiental de los parques eólicos ha sido correcta, como ya había señalado en casos anteriores.
Así, esta decisión supone un duro varapalo para la sala tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, órgano responsable de las suspensiones cautelares que afectan al sector eólico gallego y donde es magistrado Luis Villares, ex portavoz de En Marea.
Un sector paralizado por la Justicia
El fallo del Supremo llega en un contexto de fuerte judicialización del sector eólico en Galicia. Según datos del propio TSXG, en 2024 se emitieron 151 resoluciones sobre solicitudes de suspensión de parques eólicos, de las cuales 62 terminaron en paralización cautelar. A día de hoy son 97 los parques eólicos paralizados.
Los jueces han justificado estas medidas cautelares con el argumento de que permitir la ejecución de los proyectos podría generar daños ambientales irreversibles. Además, han optado por esperar el pronunciamiento del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), al que han elevado una consulta sobre si la Xunta de Galicia debió hacer públicos ciertos informes sectoriales antes de aprobar las autorizaciones.
Críticas del sector eólico a las paralizaciones
La Asociación Eólica de Galicia (AEG) viene denunciando desde hace años los efectos negativos de esta paralización: según la patronal de sector, la judicialización ha provocado un parón en la implantación de nuevos proyectos, con más de 2.000 megavatios de potencia bloqueados, una pérdida estimada de 2.750 empleos al año y la desaparición de ocho fábricas de aerogeneradores en la última década.
“La eólica es clave para la reindustrialización de Galicia. Contamos con un recurso autóctono que nos permitiría generar electricidad barata, atraer industria electrointensiva y reducir la dependencia energética, pero estamos frenados”, denuncia la EGA.
Además, comparan la situación de Galicia con la de otras comunidades como Aragón y Andalucía, que han logrado captar inversiones millonarias gracias a un marco normativo más estable. “Mientras aquí seguimos paralizados, otros territorios están aprovechando la oportunidad para impulsar su industria y su economía”, lamentan desde la patronal.
La paralización del sector eólico está siendo un problema para decenas de proyectos industriales en Galicia: con el cierre de la central térmica de As Pontes, la mejor garantía de una energía con precios estables a largo plazo pasa por la firma de contratos bilaterales con parques eólicos. Es el caso de Alcoa-San Cibrao, que había llegado a vincular su continuidad a esta circunstancia, o el de otras compañías como Resonac Graphite Spain o Sentury Tire.
A pesar del giro del Supremo, el sector tendrá que esperar a la decisión Tribunal de Justicia de la UE, cuya resolución podrá sentar un precedente definitivo sobre la tramitación de parques eólicos en Galicia. Mientras tanto, el sector sigue a la espera, con la esperanza de que el fallo del Supremo sea el primer paso hacia la reactivación de su actividad tras años de parálisis.