Este lunes, 3 de febrero, se pondrá en servicio el tramo de la autovía Santiago-Lugo (A-54) que conecta el municipio lugués de Palas de Rei con la localidad coruñesa de Melide, a través de una extensión de casi 12 kilómetros.
El ministro de Transportes y Movilidad, Óscar Puente, asistirá a la inauguración de esta sección, mientras sigue pendiente la apertura de los 16 kilómetros entre Melide y Arzúa para completar el trazado total de la autovía, que tendrá 93,4 kilómetros y enlazará Santiago de Compostela con Lugo.
Las obras de este tramo comenzaron el 31 de julio de 2017, cuando se colocó la primera piedra. En aquel momento, el Ministerio de Fomento, dirigido por Íñigo de la Serna, estableció un plazo de ejecución de cuatro años y tres meses. Finalmente, su apertura llega siete años y medio después.
El acto inaugural se celebrará en el viaducto sobre el río Pambre, una infraestructura de casi un kilómetro de longitud que se convertirá en la más extensa de la provincia de Lugo. Su construcción implicó técnicas especializadas para la ejecución del vano principal, de 87 metros, así como un tablero único de 977 metros. Además, se diseñó con el objetivo de minimizar el impacto sobre la ‘Santolina melidensis’, una especie vegetal protegida en la Serra do Careón.
Finalización de la autovía en 2025
Está previsto que el tramo Melide-Arzúa se inaugure en 2025, completando así una infraestructura que ha sufrido numerosos retrasos. En su origen, la autovía había sido proyectada para estar terminada en 2010, aunque el compromiso inicial data de hace más de dos décadas.
En junio de 2024, el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Urbana, José Antonio Santano, llegó a pedir disculpas por la demora en la finalización de la obra. El primer tramo de la autovía, entre Santiago y Lavacolla, se abrió en 1999.
Los retrasos han tenido consecuencias económicas. En 2023, la Audiencia Nacional condenó al Ministerio de Fomento (hoy Ministerio de Transportes) a indemnizar a la empresa Dragados, del grupo ACS, con 7,7 millones de euros debido a sobrecostes derivados de la construcción del tramo Lavacolla-Arzúa Oeste.
Cuando la autovía esté completamente operativa, permitirá reducir el tiempo de viaje entre Santiago y Lugo a 50 minutos, frente a los 100 minutos que se tardan actualmente por la N-547 o los 85 minutos del recorrido alternativo por la A-6 y la N-634. La inversión total en la infraestructura superará los 700 millones de euros.
Características del tramo
El nuevo tramo de la A-54 transcurre al sur de la carretera N-547, siguiendo un trazado prácticamente paralelo. Su puesta en servicio mejorará la seguridad vial en la zona, tanto para los conductores como para los peregrinos del Camino de Santiago que transitan por la N-547, y además permitirá evitar el paso de tráfico por el núcleo urbano de Melide.
Con una longitud de 11,7 kilómetros, la autovía parte de Palas de Rei y enlaza con el tramo ya operativo entre Lugo (Nadela) y Palas de Rei. Cruza los municipios de Santiso y Melide y finaliza al sur de este último, en la intersección con la N-547 y la AC-840.
El diseño contempla dos calzadas separadas, cada una con dos carriles de 3,5 metros de ancho, arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de un metro. La mediana tiene una anchura de 9 metros.
El pasado martes, la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, se reunió con el alcalde de Melide, José Manuel Pérez, para coordinar las medidas relacionadas con la apertura del tramo. En el encuentro, recomendó a los transportistas con vehículos de más de ocho toneladas que utilicen la N-547 en lugar de la AC-840.