Eloína Núñez, prima del líder del PP Alberto Núñez Feijóo y exgerente del área sanitaria Santiago-Barbanza, ocupa un nuevo cargo en el organigrama de la Xunta de Galicia: el de subdirectoral xeral de Envellecemento Activo e Prevención da Dependencia e Innovación Sociosanitaria en la Consellería de Política Social.
Así lo ha confirmado el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Gobierno autonómico, en respuesta a varias preguntas de periodistas sobre una información avanzada por el diario digital Galiciapress, defendiendo sus “méritos” para asumir el cargo.
“Creo que todo el mundo tiene derecho a optar a los puestos: hablamos de una funcionaria que tuvo puestos de responsabilidad importantes y, por tanto, atesoró una experiencia importante también; seguro que había otros candidatos posibles, pero también seguro que Eloína Núñez cumplía los requisitos que tiene el puesto”, ha señalado Rueda.
Durante la comparecencia ante los medios tras la reunión semanal de su gobierno, Rueda ha puesto el foco en que el nuevo cargo de la prima del expresidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo estaba restringido a personal funcionario.
En esta línea, ha subrayado que Núñez cuenta con “experiencia suficiente” para asumir nuevas responsabilidades dentro de la Consellería de Política Social. “Desde luego, no voy a caer en decir que hay personas que, bajo ningún concepto, pueden optar a determinados puestos”, ha añadido el mandatario autonómico.
Pese a haber sido destituida el pasado mes de mayo como gerente del área sanitaria Santiago-Barbanza, la gestión de Eloína Núñez ha estado muy presente en la conversación pública en las últimas semanas: antes de ser cesada en su cargo dejó cerrados dos importantes contratos por un total de 3.931.924,43 euros con Eulen, la empresa en la que es directiva su prima, Micaela Núñez Feijóo, hermana del presidente del PP.
En sus últimos meses en el cargo también recibió durísimas críticas por parte de los pacientes oncológicos, que tras años de “deterioro” en el servicio se enfrentaban a retrasos de más de seis meses para tener citas para revisiones.