El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, firmaba este domingo un documento en el que se comprometía a que sus alcaldes bajarían el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en las ciudades donde gobiernan, una medida que busca impulsar el mercado inmobiliario y facilitar el acceso a la compra y el alquiler de viviendas.
Sin embargo, el contenido del acuerdo, alcanzado con los 33 alcaldes de municipios con más de 100.000 habitantes gobernados por el PP en el marco del Foro de las Ciudades celebrado en Zaragoza, no se corresponde con la línea aplicada hasta ahora por los ayuntamientos gobernados por los populares en Galicia, donde la tónica general en los últimos años es la subida del IBI.
En Galicia el PP no gobierna ningún municipio de más de 100.000 habitantes, siendo Ferrol, con 64.218 habitantes, el de mayor tamaño. En este caso, el Gobierno liderado por José Manuel Rey Varela sacó adelante en solitario el pasado mes de octubre una subida del IBI de categoría urbana del 0,63 al 0,69%, lo que se tradujo en un incremento de 24 euros en el recibo medio, pasando de 255 a 279 euros.
Esta decisión, contraria a la nueva línea política avanzada por Núñez Feijóo este fin de semana, se tomó por «responsabilidad» ante «una situación económica compleja a la que había que dar respuesta», según el propio alcalde. Mientras se incrementaba el IBI, el Concello de Ferrol renunciaba a los ingresos procedentes de multas al reubicar el radar de A Malata o desactivar las cámaras en la plaza de Armas, «un compromiso que implicó una bajada en la recaudación pero que ya está asumido».
El popular Carlos Calvelo, alcalde de Arteixo —el siguiente ayuntamiento por población gobernado por el PP—, también subió el IBI de cara a este 2025, aunque en este caso el que afecta al suelo industrial, muy relevante en el ayuntamiento coruñés. Así, este pasaba del 0,6 al 1,3%, equiparándose al IBI general y permitiendo que la recaudación pase de 2,4 a 3 millones de euros.
En Marín, gobernado desde hace catorce años por María Ramallo, el IBI también aumentó este año: lo hizo en un 5,45%. El caso más llamativo, en todo caso, es el de Ponteareas: el Gobierno liderado por Nava Castro subía el IBI un 25% —del 0,4 al 0,5%— de cara a este 2025, mientras que la tasa de basura se veía incrementada en un 85%.
Esta misma subida del IBI, del 0,4 al 0,5%, se dio en 2024 en dos ayuntamientos con mayoría absoluta del PP: Lalín, gobernado por José Crespo, y A Estrada, todavía en la etapa como regidor del actual conselleiro de Cultura, José López Campos.
En esta línea, Sanxenxo, gobernado por el popular Telmo Martín, elevó el IBI del 0,4 al 0,48% en 2024, lo que hizo que el recibo medio creciese en 39,93 euros, situándose en los 239 euros.
En caso de querer aplicar las medidas acordadas por Núñez Feijóo y los alcaldes de las grandes ciudades, los ayuntamientos gallegos gobernados por el PP tendrán que dar un giro de 180 grados a sus políticas, ya que en los últimos años la subida del IBI ha sido, precisamente, la medida más habitual para incrementar la recaudación.