El curso escolar 2023/2024 está a punto de comenzar en Galicia y lo hará con menos profesores en los centros públicos y un aumento en el número de conciertos, una situación que se suma al cierre anunciado el pasado mes de agosto de tres colegios: los CEIP de Torrexallóns y Pousada Carcacía, en Laxe y Padrón, y la escuela infantil de Carnés, en Vimianzo. El presidente de la Federación Galega de Directivos de Centros de Ensino Público (Fegadicep), Francisco Lires, denunció este martes que, de acuerdo con sus datos, este año habrá 89 profesores menos en los centros públicos, a la vez que se han reducido también 60 unidades de Educación Infantil. “En vez de aprovechar la bajada de matrícula por la generación Covid para rebajar las ratios, la Xunta ha optado por el recorte”, lamentaba en declaraciones a Radio Galicia Cadena SER.
A esta denuncia también se ha sumado el sindicato ANPE, que no descarta la convocatoria de una huelga a lo largo del curso si durante el primer trimestre la Consellería de Educación no se compromete a negociar una bajada de las ratios y de la carga lectiva que asumen los docentes. Los docentes exigen la apertura de una negociación sobre la reducción de ratios en las aulas gallegas. Esto busca mejorar las condiciones en las que se lleva a cabo la enseñanza y el aprendizaje en la región. Otra de las demandas de ANPE es negociar la adaptación del horario lectivo del profesorado. Esta adaptación permitiría a los docentes optimizar su tiempo, lo que a su vez les permitiría brindar una atención más efectiva a los estudiantes y cumplir con otras responsabilidades, como la atención a los padres, la participación en proyectos de innovación y la formación continua.
Horas después de recibir estas críticas desde distintos sectores de la comunidad educativa, el conselleiro del ramo, Román Rodríguez, salió al paso asegurando que, lejos de haber recortes, este nuevo curso habrá 370 profesores más: 260 en Formación Profesional, 70 en Atención Primaria y 40 en la ESO y Bachillerato, mientras que en Infantil y Primaria no habría variaciones a pesar del cierre de unidades y la caída en la matriculación. Con respecto a las ratios que denuncian directores y docentes, Rodríguez celebró que “siete de cada diez aulas están por debajo de la ratio establecida por la ley” y que la media gallega de 9,8 alumnos por profesor está por debajo de la nacional. A renglón seguido matizó que ese dato tiene trampa, toda vez que en Galicia tiene un peso muy importante el entorno rural, donde la propia distribución de la población reduce las ratios.
Cierres de aulas y centros
Más allá de la amenaza de huelga por parte de ANPE, la comunidad educativa ya se ha movilizado en las últimas semanas y prevé seguir haciéndolo tras el comienzo del curso escolar: en el CEIP Plurilingüe San Xoán de Filgueira de Ferrol está convocada una concentración este jueves por el cierre de una unidad educativa, mientras que en el CPI Castro Baxoi de Miño salen a la calle este mismo miércoles ante el cierre de dos aulas. En otros puntos las administraciones locales son las que están buscando soluciones a la situación: en Padrón aprovecharán el cierre del CEIP Pousada Carcacía para trasladar allí a los alumnos de la Escola Infantil, que tendrá que permanecer cerrada todo el curso para afrontar una rehabilitación con un coste de alrededor de un millón de euros ante su pésimo estado de conservación.
En Vimianzo, donde el pasado mes de agosto se informó del cierre de la Escola Infantil de Carnés, el ayuntamiento está buscando alumnos para poder alcanzar la ratio mínima a partir de la que la Consellería de Educación se comprometió a mantener la actividad en el centro. Mientras tanto, este curso Galicia contará con un total de 3.990 unidades concertadas, de acuerdo con la resolución de la Xunta en la que se aprobaban los conciertos con centros privados para los próximos seis cursos, con el reparto de 1.900 millones de euros durante ese periodo. El dato es superior al del anterior reparto de conciertos, que recogía 3.913 unidades.