El inicio del curso escolar en Galicia, con 307.854 estudiantes en las diferentes etapas educativas —3.289 menos que en el año anterior—, llega este 11 de septiembre marcado por recortes de profesorado y el cierre de aulas en varios centros educativos. La propia Confederación de Anpas Galegas ha advertido de “problemas” en al menos una treintena de colegios de la comunidad.
La Confederación de Anpas Galegas ha denunciado la falta de contratación de más profesorado para compensar la reducción del horario lectivo de los docentes de infantil y primaria, que se ha limitado a 23 horas semanales tras un acuerdo alcanzado con los sindicatos en enero. Según las asociaciones de madres y padres, esta reducción, que teóricamente debía mejorar el sistema educativo, no ha sido respaldada con un aumento suficiente del personal, lo que ha dejado a muchos centros con menos recursos para atender a alumnos con necesidades especiales y gestionar actividades extracurriculares.
A esta situación se suma la preocupación por las ratios de alumnos en las aulas. El acuerdo firmado establecía una reducción progresiva de las ratios en infantil y primaria a 20 estudiantes por aula empezando este año por cuarto de Infantil, pero la Confederación denuncia que este compromiso no se está cumpliendo. “Las ratios previas no se respetan y los desdobles no se permiten, convirtiendo el acuerdo en papel mojado”, lamentan desde las Anpas.
El curso también trae consigo el cierre de seis centros: las escuelas infantiles de Traba, en Laxe; Tal de Abaixo, en Muros; Agro-Baredo, en Baiona y Solobeira y Guillán, ambas en Vilagarcía de Arousa, así como el colegio de infantil y primaria de Beariz, en Ourense.
Movilizaciones en varias comarcas
En respuesta a estos problemas, se han llevado a cabo protestas en diversas comarcas gallegas, como Lugo, Compostela y Fisterra. Padres y madres, convocados por las federaciones de Anpas, han exigido la contratación urgente de más docentes y el cumplimiento de las ratios en los colegios. En Touro, por ejemplo, se presentaron 849 firmas para pedir la incorporación de profesorado adicional.
En el colegio santiagués Quiroga Palacios los padres y madres también se han movilizado para protestar por la negativa de Educación a desdoblar los dos grupos de quinto y sexto de primaria, pese a que, de acuerdo con el propio cómputo de la Consellería, los dos grupos de quinto arrancan con 55 plazas y los de sexto, con 54. El ratio máximo es de 25 y la ausencia de desdoble afectaría especialmente a alumnos con necesidades especiales.
En la jornada de inicio del curso, se esperan más movilizaciones en ciudades como Vigo, donde la ANPA del colegio CEIP Altamar ha pedido a los estudiantes que acudan a clase con cascos de obras en señal de protesta por las deficientes condiciones del centro. También habrá concentraciones en Ferrol y Friol, mientras que la CIG ha convocado una protesta en Santiago para denunciar los “incumplimientos” de la Consellería de Educación.
Críticas desde la oposición
Los partidos de la oposición han aprovechado el contexto para criticar la gestión educativa del gobierno autonómico tanto en lo tocante al cumplimiento de las ratios como al importante desembolso que supone para las familias el inicio de curso. La portavoz del BNG, Ana Pontón, y el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, han coincidido en denunciar las dificultades económicas que enfrentan las familias gallegas, con gastos que superan los 600 euros por estudiante. Así, ambos han insistido en la necesidad de más apoyo en las aulas y la implementación de libros de texto gratuitos.
Por su parte, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, han defendido la gestión de su gobierno, destacando la incorporación de más de 400 profesores y la disminución de las ratios en las aulas, derivada también de que cada vez hay menos niños. “El esfuerzo está siendo notable”, aseguró Rueda, aunque reconoció la posibilidad de que existan “cuestiones puntuales” que aún deban resolverse.
En todo caso, esta contratación de profesores está siendo insuficiente para cumplir con la reducción de ratios comprometida por la Consellería de Educación a pesar del descenso en la matriculación: hay 3.289 alumnos menos pero el número de aulas sigue siendo el mismo a pesar de que tendría que haber aumentado al aplicar las nuevas ratios.