La silicosis, una enfermedad respiratoria incurable de origen laboral, ha experimentado un alarmante repunte en España durante las últimas dos décadas, y Galicia se sitúa como la comunidad autónoma con mayor número de casos registrados. Desde 2007 hasta 2024 se han notificado 5.930 casos de esta patología en el país, con un récord de 520 casos en 2023, según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Un estudio del Ministerio de Sanidad titulado ‘La reemergencia de la silicosis en España’, presentado en una jornada del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), ha confirmado que España es uno de los países donde la reaparición de esta enfermedad ha sido más intensa en el siglo XXI. En el periodo de 1990 a 2019, Galicia concentró el 32,9% de los casos —1.454—, seguida de Castilla y León, con un 14%, y Andalucía, con un 10,3%.
Nuevas industrias afectadas
Históricamente vinculada a la minería, la silicosis ha aumentado en sectores como la fabricación y manipulación de aglomerados de cuarzo, empleados en encimeras de cocina y baños, así como en la construcción y la metalurgia. La exposición a la sílice cristalina respirable no solo provoca esta patología, sino que también se ha relacionado con cáncer de pulmón y enfermedades inmunomediadas como la artritis reumatoide o la esclerodermia sistémica.
El estudio destaca que el 50% de los casos recientes afectan a hombres entre 30 y 49 años, lo que indica una afectación en trabajadores más jóvenes de lo esperado. Además, entre 2020 y 2023 se notificaron 1.601 partes por silicosis, con una media anual de 400,2 casos.
Impacto sanitario y recomendaciones
Los costes de atención médica derivados de la silicosis han recaído mayoritariamente sobre el Sistema Nacional de Salud, un 97,5%, y la enfermedad ha causado 4.418 muertes en España entre 1990 y 2020. Aunque la mortalidad muestra una tendencia descendente, sigue siendo una preocupación sanitaria.
Ante este panorama, el informe recomienda medidas como la prohibición o una regulación más estricta de los aglomerados de cuarzo, siguiendo el ejemplo de Australia y California. También propone mejorar la vigilancia en los sectores afectados y extender el reconocimiento de la silicosis como enfermedad profesional para patologías asociadas.
Montserrat García, jefa de Área de Salud Laboral del Ministerio de Sanidad, ha instado a crear un programa de vigilancia específico para los trabajadores expuestos a la sílice, similar al existente para el amianto.
La publicación de este informe coincide con el anuncio de cierre de Sargadelos, cuyo propietario, Segismundo García, atribuyó a las multas de Inspección de Trabajo tras detectarse dos casos de silicosis entre los trabajadores.