Cientos de personas han participado este lunes en diferentes concentraciones por toda Galicia para expresar su rechazo a la actuación del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y trasladar su apoyo a Jenni Hermoso y a todas las mujeres que sufren violencias machistas, tanto en el ámbito deportivo como en otros.
Entre las protestas, la de Vigo se ha celebrado frente al Museo Marco. Allí, luciendo carteles con los lemas “Sin consentimiento no hay beso”, “Contigo Jenni, por todas” o “Se acabó”, los participantes en el acto, entre los que había representantes de colectivos feministas, de sindicatos, de partidos de izquierdas o deportistas, han coreado consignas como “Vamos a cambiar el deporte nacional, por machista y patriarcal”, “Jenni, hermana, aquí está tu manada” o “Rubiales (y Louzán) machista, estás en nuestra lista”.
Entre los participantes en la protesta, la futbolista María González ha señalado que “muchas futbolistas mujeres han luchado para ocupar espacios que incomodan y siempre queda algún remanente machista que quiere aplastarlas”.
“Jenni tiene que saber que la sociedad la apoya”, ha afirmado, y ha advertido de que, lo que se ha generado con el escándalo de Rubiales y el beso no consentido “es solo la punta del iceberg” porque “toda la RFEF está podrida”. “Primero quitan importancia a lo ocurrido, luego le echan la culpa a la mujer, y luego se intentan tapar unos a otros (…), hay que luchar para que esto se acabe”, ha zanjado.
Responder “con contundencia”
En la concentración, también se ha dado lectura a un manifiesto en el que las organizadoras han señalado que lo ocurrido esta semana “refleja la violencia patriarcal” que las mujeres sufren “también en las oficinas, las fábricas o las propias casas”, y han pedido responder “con contundencia”.
“Luis Rubiales se creía invencible y con poder absoluto, pero somos las mujeres, las supuestas ‘falsas feministas’, las que ponemos contras las cuerdas a un verdadero machista”, han reivindicado, y han recalcado que no se puede consentir que se use el fútbol para “perpetuar patrones de poder”.
Según han advertido, hay “datos irrefutables” sobre la presencia de machismo y acoso en el mundo del fútbol femenino, por lo que han exigido “transformaciones radicales”, y han lamentado que “está claro que ni Luis Rubiales ni Rafael Louzán —presidente de la Federación Gallega de Fútbol, que se refirió al beso no consentido como “errores que se cometen en la vida”— quieren afrontar esa transformación”.
Finalmente, tras señalar que no se olvidará “el silencio cómplice de algunos hombres deportistas”, han instado a los clubes y a la Federación Gallega de Fútbol a pronunciarse y actuar de manera inmediata”.