Galicia se consolida con la peor inflación de España

La comunidad lleva cuatro meses registrando las mayores subidas del IPC del Estado, afectando al poder adquisitivo de las familias y a la competitividad de las empresas

Imagen de archivo de una persona haciendo la compra en un supermercado.

Galicia cerró el pasado mes de julio con un Índice de Precios de Consumo (IPC) del 3,1%, situándose como la comunidad autónoma con mayor inflación: el pasado mes de abril inició un camino de subida de precios por encima de la media estatal que no ha hecho más que consolidarse y, pese al descenso generalizado del IPC, esta diferencia no tiene visos de estrecharse.

En el caso del IPC de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, Galicia lleva desde enero registrando cifras mucho más elevadas que las del conjunto del Estado, una tendencia que se ha ido manteniendo a lo largo del año: en julio de 2024 los alimentos se encarecieron un 3,2% en comparación al mismo mes de 2023, mientras que en las bebidas alcohólicas y la subida es del 4,1%.

Estas subidas del IPC por encima de la media nacional también se dejan notar en otros ámbitos clave que experimentaron importantes incrementos: la vivienda, el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles aumentaron su precio un 3,4% mientras que los restaurantes y hoteles dejan la mayor subida, con nada menos que un 6%.

Otros productos básicos y servicios esenciales también vieron cómo subían sus precios: la educación lo hizo un 2,9%, el transporte un 2,7% y la sanidad, un 2,6%. Así, el único descenso en los precios que recoge el IPC es un ínfimo 0,2% en las comunicaciones que no logra compensar las acusadas subidas en los demás productos de la cesta de la compra.

Contra la tendencia

En un contexto generalizado de reducción de la inflación interanual a nivel estatal, Galicia ha entrado en una tendencia de la que no logra librarse: en un mes de julio marcado por una caída de seis décimas del IPC en toda España, pasando del 3,4 de junio al 2,8%, en Galicia la caída fue de tan solo cinco décimas, pasando del 3,6 al 3,1%.

Estos cambios se han dado en algunos de los elementos que más estaban subiendo el precio de la cesta de la compra: la inflación en la fruta, aceites y grasas cayó de forma destacada, 1,1 puntos, con la eliminación del IVA del aceite de oliva desde el pasado 1 de julio.

Críticas a la Xunta

La tendencia inflacionista en los últimos meses en Galicia ha despertado críticas por parte de la oposición: el responsable de Economía de la Ejecutiva del PSdeG, Abel Losada, ha llamado la atención sobre la sucesión de malos datos en la comunidad, “un problema estructural en la economía gallega que el Gobierno de Alfonso Rueda ni ha identificado ni está interesado en resolver”.

Así, Losada ha advertido de que el “desmesurado” incremento del IPC en Galicia tiene dos efectos “devastadores” para nuestra economía. “Por un lado, las familias gallegas están viendo cómo su poder adquisitivo disminuye en comparación con el resto de España, y por otro, nuestras empresas están perdiendo competitividad a nivel nacional”, ha sentenciado.

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