“Buscar medicación para mi hijo se ha convertido en un trabajo a jornada completa”. Simón López Cortiñas, padre de Unai, un joven de Narón de 19 años con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y Trastorno del Espectro Autista (TEA), narra así la angustiosa situación a las que se tienen que enfrentar muchas familias debido a la escasez de medicamentos con base de metilfenidato. Un principio activo que es fundamental en el tratamiento de estos trastornos, pero que desde hace meses se echa en falta en las farmacias de toda Galicia y España. “Sin la medicación, mi hijo no puede concentrarse para poder hacer su día a día. Es como si todo el trabajo de años en terapia se desmoronara”, explica Simón.
Desde finales del verano, conseguir las dosis necesarias se ha convertido en una odisea para la familia. Unai requiere 90 miligramos diarios de metilfenidato en comprimidos de liberación prolongada, como Concerta o sus genéricos, entre ellos Atenza, Rubicrono y Metilfenidato Sandoz, que actualmente es casi imposible de encontrar. “Entre un domingo y un lunes recorrí 21 farmacias y llamé a otras 47 más. Lo que conseguimos apenas nos cubrió dos semanas, y tuvimos que ajustar las dosis con presentaciones menos adecuadas. Eso no es bueno para él”, explica Simón.
La AEMPS reconoce problemas de suministro
La propia Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) reconocía en un comunicado del 30 de octubre que existen problemas con el suministro de estos fármacos. Entre las causas principales que manejaban está el aumento global de la demanda, problemas en las plantas de fabricación y la falta de disponibilidad del principio activo y otros componentes necesarios para su elaboración. Desde la entidad esperan que la situación comience a mejorar en diciembre, aunque no prevén que se solucione definitivamente hasta el primer trimestre de 2025. Simón se muestra escéptico.
A veces, la única opción que encuentran son envases con un gramaje mucho menor al que necesita Unai, lo que apenas cubre unos pocos días de tratamiento. Simón explica que no le parece justo anteponer unos días de tratamiento de su hijo ante uno completo para otra persona que necesita menos dosis. Sin embargo, recalca que es urgente encontrar una solución más efectiva.
“El reparto equitativo no sirve si seguimos teniendo que recorrer farmacias sin ninguna certeza de que encontraremos lo que necesitamos. Cada día sin medicación es un paso atrás para mi hijo”, critica Simón. Y es que la falta de medicamentos impacta no solo al bienestar de Unai sino a la rutina familiar.
Según datos de la Federación Autismo Galicia, en España se estima que hay unas 450.000 personas con TEA, de las cuales 27.000 residen en Galicia. Pero es que se trata de un diagnóstico que sigue en aumento: investigaciones recientes del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC, 2023) apuntan a que 1 de cada 36 niños de 8 años podría presentar autismo. Hace solo una década, la cifra era de 1 por cada 150.
“Este es un fallo del sistema que no puede seguir así”, denuncia Simón, que señala que esta crisis de suministro no solo afecta a los pacientes, sino que también pone en riesgo el trabajo de años realizado por terapeutas, psicólogos y docentes que apoyan a niños como Unai. “Hoy somos las familias con hijos que tienen TDAH o TEA; mañana pueden ser las que necesitan insulina o cualquier otro medicamento esencial para poder vivir”, concluye.