Galicia contará con su primera Ley del Clima, una norma pionera que marca como objetivo alcanzar la neutralidad climática en 2040, diez años antes del plazo fijado por la Unión Europea. El proyecto legislativo, aprobado este lunes por el Consello da Xunta, será remitido al Parlamento con la intención de que quede aprobado antes de que finalice el año.
El presidente gallego, Alfonso Rueda, explicó que la futura ley dotará a la comunidad de “herramientas, órganos e instrumentos necesarios” para garantizar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y reforzar la resiliencia del territorio frente a los impactos del cambio climático. “Queremos que cualquier contrato, plan o política puesta en marcha por la Xunta tenga en cuenta la perspectiva climática”, afirmó.
Objetivos y compromisos
La norma fija un objetivo intermedio en 2030: reducir en un 75 % las emisiones respecto a 1990, cifra muy por encima de los compromisos europeos. Galicia, recordó Rueda, ya es la comunidad donde más han descendido las emisiones netas desde esa fecha, con una bajada del 61,7 % en 2023, “a un ritmo cinco veces mayor que el conjunto de España”.
Según la conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez, la ley permitirá una “transición ecológica justa, sostenible y generadora de empleo verde”.
El texto también refuerza la adaptación al cambio climático, con iniciativas como la creación de refugios climáticos en zonas urbanas, planes de acción obligatorios para ayuntamientos de más de 20.000 habitantes y una mayor integración de la perspectiva climática en infraestructuras, transporte, salud, industria, gestión del agua o residuos.
La Xunta, en colaboración con la Universidad de Vigo, pondrá en marcha una aplicación móvil piloto en Ourense para identificar islas de calor y ofrecer a la ciudadanía recomendaciones frente a episodios de altas temperaturas.
Contratación pública verde e incentivos fiscales
Una de las grandes novedades será la regulación de la contratación pública con criterios climáticos, de forma progresiva. En el plazo de un año se elaborará un catálogo de cláusulas ambientales para incorporar en contratos del sector público, primando aspectos como la huella de carbono o la proximidad de los productos y servicios.
Asimismo, se prevé la creación de un sistema de créditos de carbono y un registro voluntario de empresas y organizaciones comprometidas con la neutralidad climática, junto con incentivos fiscales que premien al sector privado que reduzca o compense emisiones.
La ley contempla la creación de la Oficina de Cambio Climático de Galicia, un Portal de Acción Climática y un Foro de Acción Climática como espacios de seguimiento, asesoramiento y participación. También refuerza la Red Local por el Clima y la Alianza Gallega por el Clima, que implican a ayuntamientos, empresas y sociedad civil en esta estrategia.
Competencias meteorológicas
El texto abre además la puerta a que Galicia reclame la gestión de las competencias meteorológicas, con el objetivo de optimizar las alertas y aprovechar la información de Meteogalicia. “Aquí regulamos lo que entendemos que es nuestro y, cuando la ley esté aprobada, pediremos el traspaso del personal de Aemet”, señaló Vázquez.