James Rhodes lo ha vuelto a hacer. Ha cogido un tren, se ha plantado en Vigo y ha desatado la intriga: ¿va a comprarse una casa en la ciudad olívica? Él mismo lo ha dejado caer en una de sus últimas publicaciones de Instagram, donde asegura estar «de camiño a Vigo para ver máis casas en potencia para mercar». Y como no podía ser de otra forma, lo ha contado con su humor característico, donde critica el precio de infarto de un desayuno en la estación de Madrid y lanzando un divertido dardo a los de la capital: «Que fodechinchos!».
No es la primera vez que Rhodes expresa su amor por Galicia. El pianista «gallego bético nacido en Londres» —según se define en Instagram—, habitual en festivales y eventos culturales de la comunidad, lleva años compartiendo su fascinación por sus paisajes, su clima y su gente. «Dinosauros, salas de concertos con estrelas no teito, xente amable e a cuarta mellor climatoloxía de España», escribe en su perfil, como quien repasa los ingredientes de una receta de felicidad.
Pero si quedaba alguna duda sobre sus intenciones, una camiseta lo dice todo: tachados Nueva York, Tokio, Madrid y París… y en letras bien visibles, VIGO. La publicación, en blanco y negro, es toda una declaración de intenciones.
Por ahora, no hay confirmación oficial, pero todo apunta a que Rhodes está más cerca de cambiar los hoteles por un buzón con su nombre en alguna calle viguesa. ¿Se convertirá en el nuevo vecino ilustre de la ciudad? Habrá que seguir su cuenta para descubrirlo.