Desde este miércoles, recorrer la AP-9 supone un mayor coste. Los peajes de esta vía, considerada el eje vertebrador del noroeste de Galicia, han experimentado un aumento medio del 5,34%. Este ajuste en las tarifas responde a la actualización aprobada por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que afecta a las autopistas bajo concesión estatal y genera significativos ingresos anuales para Audasa, la empresa concesionaria.
El impacto de la subida es evidente en los precios actuales. Un trayecto entre A Coruña y Vigo ya supera los 20 euros, situándose en 20,45, lo que representa un aumento de algo más de un euro. Otros recorridos, como A Coruña-Santiago, tienen ahora tarifas de 8,40 euros para vehículos ligeros, mientras que los vehículos pesados abonan entre 7,45 y 9,20 euros, dependiendo de su categoría. En el tramo más largo, entre Tui y Ferrol, el coste total asciende a 26,85 euros tras un incremento de 1,35 euros.
Trayectos más cortos también reflejan este ajuste. El tramo Santiago-Pontevedra cuesta 7,20 euros para coches ligeros, y entre 6 y 7,60 euros para vehículos pesados, según su tipo. En el recorrido entre Fene y Miño, los coches pagan ahora 2,50 euros, mientras que los pesados desembolsan entre 2,30 y 2,85 euros. En el tramo Pontevedra-Vigo (Puxeiros), la tarifa es de 4,85 euros para coches y entre 3,90 y 5,25 euros para vehículos pesados. Finalmente, el trayecto entre Rande y Vigo (Puxeiros) tiene un coste de 1,20 euros para coches ligeros.
A pesar de estos aumentos, los usuarios habituales cuentan con un pequeño respiro gracias a los descuentos ya aplicados. Los vehículos ligeros que realicen más de 20 viajes al mes pueden beneficiarse de rebajas del 50%, un descuento que también se extiende a todos los vehículos pesados.
Por otro lado, la gestión de la AP-9 sigue generando debate. Aunque esta infraestructura debería haber pasado a ser de titularidad pública en 2023, el gobierno liderado por José María Aznar aprobó en el año 2000 una ampliación de la concesión hasta 2048, una decisión que actualmente está siendo investigada por la Comisión Europea por posible vulneración de las normas de competencia.