El sector de la automoción en Galicia ha recibido con inquietud el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a los automóviles fabricados fuera de su país. Aunque el volumen de exportaciones directas de vehículos desde Galicia a EEUU no es tan elevado como al mercado europeo, la medida podría tener repercusiones significativas para las empresas gallegas a través de su conexión con grandes fabricantes europeos.
Preocupación en el Clúster de Automoción de Galicia
El Clúster de Automoción de Galicia (Ceaga) ha expresado su «preocupación por las posibles repercusiones» que los aranceles pueden generar en la industria gallega. Aunque Estados Unidos no es su principal mercado de exportación, en 2024 se situó como el octavo destino de los productos del sector.
Según Ceaga, estos aranceles podrían provocar un efecto dominó en la producción europea, estimándose una caída del 10% al 20% en el sector de automoción en Europa. «No podemos olvidar que Europa es el principal mercado de las empresas gallegas de automoción y movilidad», señala la entidad.
Además, alertan sobre el riesgo de una «desestabilización de las cadenas de suministro», ya que muchas piezas y componentes clave dependen de procesos intercontinentales. «Los aranceles pueden provocar un caos logístico global, retrasos y un encarecimiento de los vehículos en muchos países», advierten.
Otro punto crítico señalado por Ceaga es la posible «fuga de inversiones» de las grandes multinacionales europeas, que podrían reconsiderar su presencia en Estados Unidos ante la inestabilidad regulatoria. También subrayan que, aunque Trump argumenta que los aranceles protegerán a la industria estadounidense, en realidad podrían afectar negativamente tanto a los consumidores como a los propios fabricantes con presencia en EE.UU.
Respuesta del Gobierno central
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, y el ministro de Industria, Jordi Hereu, han tratado de minimizar el impacto directo de la medida sobre España. Según sus estimaciones, sólo «entre el 1% y el 2% del total de las exportaciones españolas» se verán afectadas directamente.
Sin embargo, ambos han reconocido que el impacto en el sector de componentes puede ser mayor, dado que España exporta piezas a Francia, Alemania e Italia, países con un peso significativo en el mercado estadounidense. «Muchos de los vehículos que se exportan a EEUU llevan componentes españoles», explicó Cuerpo.
El Gobierno español ha insistido en que esta medida forma parte de una «carrera de proteccionismo» que perjudica a todas las partes, incluyendo a la industria estadounidense. «Vamos a responder en la justa medida y de manera proporcional», aseguró el ministro de Economía, destacando que España buscará una respuesta conjunta a nivel europeo.
En este sentido, Cuerpo y Hereu han anunciado reuniones urgentes con el sector para analizar el impacto de los aranceles y coordinar estrategias de respuesta junto a la Unión Europea.
Impacto en los mercados y la industria automovilística europea
El anuncio de los aranceles tuvo un efecto inmediato en las bolsas europeas, donde los fabricantes de automóviles registraron caídas significativas. Empresas como Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz vieron reducida su cotización entre un 2,7% y un 4,5% en la mañana del jueves. En Italia, Stellantis cayó un 4,35% en la Bolsa de Milán, mientras que en Japón, fabricantes como Toyota y Mazda también sufrieron pérdidas.
Los analistas destacan que los fabricantes alemanes serán de los más perjudicados, ya que Estados Unidos es un mercado clave para sus exportaciones. Además, el impacto de los aranceles podría trasladarse a los precios finales de los vehículos en EE.UU., afectando la demanda y generando un aumento en los costos para los consumidores.
El analista de Renta Variable de Julius Baer, Roberto Cominotto, advirtió que «un arancel del 25% es más alto de lo esperado» y que su efecto será duradero, ya que Trump lo ha calificado de «100% permanente». Además, señaló que todavía no está claro si los aranceles afectarán también a los componentes automotrices, lo que podría agravar la situación.
Así, aunque Galicia no es uno de los actores principales en la exportación de automóviles a Estados Unidos, la medida proteccionista de Trump podría impactar indirectamente a su industria a través de la cadena de valor europea. La incertidumbre sobre el futuro de las inversiones y las tensiones comerciales globales añaden más presión a un sector que ya enfrenta desafíos significativos, como la transición hacia la movilidad eléctrica y la competencia con mercados emergentes.