El Congreso de los Diputados ha aprobado la eliminación de la protección especial del lobo ibérico al norte del Duero, lo que vuelve a permitir su caza en Galicia y otras comunidades afectadas. Esta decisión revierte la normativa impuesta en 2021 por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), que prohibía su caza en toda España.
El levantamiento de la protección del lobo ha sido impulsado por el Partido Popular, Vox y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) con la abstención de Junts. La medida ha sido recibida con satisfacción por parte de ganaderos gallegos, quienes venían denunciando el aumento de ataques a sus rebaños debido a la imposibilidad de controlar la población de esta especie.
Una medida esperada por el sector ganadero gallego
El sector ganadero en Galicia ha mostrado su apoyo a la decisión, argumentando que la proliferación del lobo ha puesto en riesgo la viabilidad de muchas explotaciones de ganadería extensiva. Según datos del sector, los ataques de lobos han provocado importantes pérdidas económicas en los últimos años. La nueva normativa permitirá una mayor flexibilidad para gestionar la población de lobos y reducir los daños sobre el ganado.
El año pasado el lobo estuvo detrás de la muerte de 3.200 animales domésticos en Galicia, según datos de la Consellería do Medio Ambiente, que observó un incremento de las manadas de lobos en la comunidad, pasando de las 68 de 2023 a 93 en 2024.
Milagros Marcos, portavoz del PP, defendió la medida afirmando que la protección del lobo había generado un desequilibrio que perjudicaba a las comunidades rurales: «No hay que elegir entre el lobo y la ganadería, sino garantizar su equilibrio y convivencia». Asimismo, representantes de Vox argumentaron que la normativa anterior había sido impulsada por «ecologistas de salón», sin considerar las necesidades del mundo rural.
Críticas de colectivos ecologistas
Por otro lado, organizaciones ecologistas y partidos como Podemos han condenado la decisión, denunciando que pone en peligro la conservación del lobo ibérico. Desde estas organizaciones advierten que permitir la caza podría afectar negativamente a la biodiversidad y a los ecosistemas donde el lobo juega un papel clave como regulador natural.
Galicia, donde la presencia del lobo es significativa —está en el 91% del territorio—, será una de las comunidades más afectadas por esta nueva regulación. Las autoridades autonómicas han señalado que trabajarán en nuevos planes de gestión para garantizar que la caza se realice de manera controlada y sin poner en riesgo la estabilidad de la especie.
Con la posibilidad de ampliar esta medida al sur del Duero en un futuro, el debate sobre la protección del lobo continúa abierto. Mientras tanto, en Galicia, su caza vuelve a estar permitida, marcando un cambio en la política de conservación y en la relación entre el ser humano y la fauna salvaje en el entorno rural.