La directora gallega Marta Pazos ha sido una de las grandes protagonistas de los IV Premios Godot, celebrados este lunes en el Teatro Pavón de Madrid. Su montaje de ‘Orlando’, basado en la novela de Virginia Woolf y producido por el Centro Dramático Nacional, ha cosechado cuatro galardones, entre ellos el de mejor dirección.
El reconocimiento a Pazos por su labor al frente de esta adaptación refuerza su trayectoria como una de las figuras más relevantes de la escena contemporánea. ‘Orlando’, una obra que explora el género, el tiempo y la identidad desde un enfoque poético y visualmente poderoso, también fue premiada en las categorías de mejor vestuario —Agustín Petronio—, mejor composición musical —Hugo Torres— y mejor diseño escenográfico —Blanca Añón—. La propuesta, marcada por un estilo vibrante y una cuidada estética, ha sido uno de los montajes más aplaudidos de la temporada.
La gala, organizada por la Revista Godot con motivo de su 15.º aniversario, reconoció a ‘1936’ como la producción más galardonada de la noche, con cinco premios, entre ellos el de mejor obra. La pieza, también del Centro Dramático Nacional y con el gallego Antón Durán ‘Morris’ en el reparto, se impuso además en las categorías de mejor actriz, actor y elenco.
Otros premios destacados de la velada fueron los de danza, que recayeron en Manuel Liñán —’Muerta de amor’— y Poliana Lima —The room where it happens—, mientras que María Velasco, Pau Matas Nogué y Oriol Pla compartieron el premio a la mejor autoría teatral original. La gala rindió también homenaje a la primera huelga de actores y actrices de 1975, con la presencia de Pedro Mari Sánchez y Rosa León como representantes de aquella generación.
‘Orlando’: Marga Pazos adaptando a Virginia Woolf
‘Orlando’ es una fábula feminista escrita en 1928 por Virginia Woolf, desafiando los códigos tradicionales y satirizando el sexismo de su época. Marta Pazos traslada al escenario este viaje de identidad, libertad y transformación, reivindicando a una de las figuras literarias más revolucionarias del siglo XX.
En la obra, Orlando es un apasionado joven aristócrata inglés del siglo XVI que busca el amor y la aventura. Durante un baile en la corte de la reina Isabel I se convierte en su protegido y comienza un viaje que lo llevará a través de más de tres siglos de historia. En ese recorrido, Orlando se enamora de una princesa rusa, es embajador en Constantinopla, escribe poesía, se casa y vive los vertiginosos años veinte del siglo XX.
Su historia no se limita a la fantasía temporal: un día, Orlando se acuesta como hombre y despierta convertido en mujer, en una transformación mágica que pone en evidencia las desigualdades impuestas por los roles de género tradicionales. Mientras que como hombre disfruta de una libertad casi ilimitada, como mujer encuentra sus opciones drásticamente reducidas.
