Belén Uzal, psicóloga: “Debemos empatizar y ayudar a que morir no sea la mejor opción”

Galicia es la segunda comunidad autónoma con mayor tasa de suicidios, con un 12,2%, y según la experta se trata de un fenómeno "multicausal" que afecta a diversos sectores de la población

Belén Uzal, psicóloga de FEAFES Galicia | ENFOQUES

Galicia tiene, junto con Asturias, las tasas de suicidio más altas de España. Según los datos actualizados por el INE del año 2022, un total de 4.228 personas murieron por suicidio, siendo un 12,2% correspondiente a Galicia y un 12,5% a Asturias. La psicóloga de Saúde Mental FEAFES Galicia, Belén Uzal, explica que esto puede deberse a que predominen “zonas rurales donde se dan situaciones de aislamiento y de soledad no deseada, pero también, una población envejecida que sufre de patologías crónicas o afectaciones físicas”.

Además, en estas regiones predominan “climas con pocas horas de luz, y esto hace que haya más dificultades a nivel anímico”, donde se puede desarrollar una depresión. Pero avisa que el suicidio se trata de un fenómeno en el que convergen varios factores y no es necesario que el paciente tenga esta patología para pensar en morir. Aunque tampoco va a ayudar.

La psicóloga de la Federación de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Galicia (FEAFES) cuenta que al centro acuden personas que presentan diferentes casuísticas: “es un fenómeno multicausal” y que por ello no se debe ser reduccionista y atribuirlo a un determinado grupo. Sin embargo, “los colectivos que más riesgos podrían tener serían las personas en riesgo de exclusión social, con problemas de salud mental o situaciones socioeconómicas complicadas”. Menciona que estos grupos son especialmente vulnerables, pero “ahora mismo cualquiera puede verse afectado en un momento de crisis”. Por ello, hace hincapié en que se debe “normalizar la búsqueda de ayuda”.

“Conecta coa vida”

Con ese objetivo, FEAFES ha puesto en marcha la campaña “Conecta coa Vida” para sensibilizar, detectar precozmente y atender la conducta suicida, así como realizar acciones de postvención en supervivientes y familiares. Y es que los datos son alarmantes: la sociedad se enfrenta a una de las mayores tasas de suicidio de la historia. Según el INE, hay 8,85 muertes por cada 100.000 habitantes, lo que significa que las muertes totales han aumentado un 5,6% respecto a 2021 por esta causa.

 

La psicóloga Belén Uzal en su consulta de FEAFES Galicia, en Santiago | ENFOQUES

 

Con respecto a los sexos, de los 4.228 suicidios que se produjeron en 2022, 3.126 fueron suicidios de hombres y 1.102 de mujeres. La psicóloga explica que, por un lado, “los hombres piden menos ayuda por influencia de ese concepto social de masculinidad, de que no se pueden mostrar débiles y les cuesta también más expresar a nivel emocional”. Por otro lado, “muestran una mayor letalidad en el método de suicidio”.

Aumento del riesgo entre los jóvenes

Por otro lado, el panorama también es complejo entre los jóvenes, donde el aumento del riesgo de suicidio ha crecido, en parte, por impacto de las redes sociales y una creciente sensación de desconexión. Por eso FEAFES incide en la importancia de formar y sensibilizar con talleres en centros educativos y para profesionales sociosanitarios que ofrezcan herramientas que ayuden a detectar señales de riesgo.

Añade que, en ese sentido, los medios de comunicación juegan un papel fundamental: “Es necesario que hablen del tema para llegar a más gente, hacerse eco de los recursos qué existen y, al mismo tiempo, desmitificar ideas sobre el suicidio”. Uzal explica que no es necesario tener un problema o una enfermedad gravísima para llegar a tener ideaciones suicidas. Pero avisa que no debe haber prevalencia en las noticias de los “detalles morbosos o los métodos usados porque no ayudan en nada”.

“Debemos validar el sufrimiento de las personas, no banalizarlo y no aumentar su culpa”. Aclara que si una persona tiene pensamientos de acabar con su vida no se le puede decir cosas como “piensa en tu hijo, pero si lo tienes todo, etc, porque de esta manera aumenta la sensación de culpa y con ello el riesgo”.

 

 

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