La Universidade da Coruña (UDC) ha denunciado un movimiento que considera especialmente grave por parte del Sergas y la Universidade de Santiago de Compostela (USC): la intención de adscribirse en exclusiva todos los hospitales y centros sanitarios de Galicia, incluidos los de A Coruña, Ferrol y Vigo. Enfoques.gal ha tenido acceso al correo enviado este lunes, en el que se acusa a ambas instituciones de querer controlar todos los recursos clínicos del sistema universitario sin diálogo ni consenso, en un momento en el que varias universidades públicas gallegas han planteado crear nuevas facultades de Medicina.
«Vimos de ter coñecemento da pretensión do SERGAS e a Universidade de Santiago de Compostela de adscribir de inmediato todos os hospitais e centros sanitarios de Galicia á USC, incluídos os Hospitais Universitarios da Coruña e Ferrol, adscritos exclusivamente á UDC dende 2001», recoge el mensaje. Puentes critica que esta maniobra se ha hecho al margen de cualquier proceso negociador y denuncia que ni siquiera fue mencionada en la última reunión del grupo de trabajo para la descentralización de Medicina, celebrada el domingo: «Un exercicio de deslealdade sen precedentes», concluye este correo firmado por Jerónimo Puertas Agudo, vicerrector de Investigación e Transferencia, y por Moisés Canle López, vicerrector de Titulacións e Internacionalización
El conflicto forma parte de una disputa de fondo que ha ido ganando tensión en los últimos meses: la posibilidad de que universidades como la UDC o la Universidade de Vigo puedan ofrecer el grado de Medicina. Hasta ahora, Galicia cuenta con una sola facultad, en Santiago, gestionada por la USC. Desde hace años, existe un acuerdo para que el alumnado de sexto curso pueda hacer prácticas en hospitales de A Coruña y Vigo, pero la titulación sigue centralizada en Compostela.
Tanto la UDC como la Universidade de Vigo consideran que la actual oferta es insuficiente —cada año miles de estudiantes gallegos se quedan sin plaza y se marchan fuera de Galicia o recurren a universidades privadas— y han planteado crear nuevas facultades públicas, alegando que tienen la capacidad y el personal necesario. En junio, la UDC anunció que solicitará formalmente impartir el grado de Medicina a partir del curso 2027–2028.
El anuncio generó rechazo inmediato por parte de la USC y la Xunta de Galicia, que argumentan que el modelo actual evita duplicidades y garantiza una mejor coordinación docente. Según esta posición, multiplicar facultades públicas solo contribuiría a elevar los costes —unos 65 millones de euros, según los cálculos internos—, reducir la calidad de la formación y fragmentar la planificación sanitaria.
Pero la UDC defiende que, si no se permite a las universidades públicas ampliar la oferta, lo hará el sector privado. Y los indicios apuntan en esa dirección: centros como CESUGA o el proyecto impulsado por ABANCA han mostrado interés en poner en marcha facultades privadas de Medicina en Galicia. El quiz de esta maniobra radica, por tanto, en que si los hospitales universitarios —como el CHUAC en A Coruña o el Álvaro Cunqueiro en Vigo— pasan a estar adscritos únicamente a la USC, ni la UDC ni la UVigo podrían cumplir los requisitos legales para ofrecer el grado. La legislación obliga a que las universidades que impartan Medicina tengan firmados convenios estables con centros hospitalarios donde realizar las prácticas clínicas. Por ello, según fuentes universitarias consultadas por Enfoques.gal, esta medida supondría bloquear de facto cualquier nuevo grado de Medicina en la enseñanza pública universitaria.