La Universidade da Coruña (UDC) ha dado este miércoles un paso decisivo para implantar el Grado en Medicina a partir del curso 2027/28: el Consello de Goberno ha aprobado por unanimidad iniciar el expediente de solicitud de la titulación, lo que implica la creación de una comisión redactora y el inicio del proceso formal para su verificación y autorización por parte de la Xunta y los organismos autonómicos y estatales competentes.
Este movimiento supone la materialización del compromiso anunciado por el rector Ricardo Cao el pasado mes de mayo y representa una firme apuesta de la UDC por incorporar una titulación largamente demandada, a pesar de las reticencias expresadas desde la Xunta de Galicia y la Universidade de Santiago de Compostela (USC), que actualmente acoge la única Facultad de Medicina de Galicia.
En la reunión del Consello de Goberno, el rector ha insistido en que el nuevo grado responde a «una demanda social y formativa» y ha reivindicado que se trata de una «aspiración legítima» que beneficiará no sólo a A Coruña, sino a toda Galicia. «Tenemos por delante un importante reto: diseñar un grado que se sitúe a la vanguardia en innovación educativa, aplicando los avances tecnológicos y el potencial investigador, en coordinación con las infraestructuras sanitarias de referencia de nuestro entorno como es el CHUAC», afirmó.
Rechazo de la Xunta
El anuncio no ha tardado en provocar reacciones. La Xunta de Galicia ha lamentado en un comunicado conjunto de las consellerías de Educación y Sanidade la “decisión unilateral” de la UDC, recordando que existe un grupo de trabajo en marcha entre las tres universidades públicas gallegas y la Administración autonómica para avanzar en la descentralización de los estudios de Medicina, aunque con el objetivo de mantener “una única facultad”.
«Pensamos que es el momento de evitar posturas de parte para, entre todos, avanzar en la descentralización de la docencia clínica y teórica», señalan desde la Xunta, advirtiendo que los argumentos de la UDC para justificar la implantación del nuevo grado son “débiles” y podrían “amenazar la fortaleza” de los estudios de Medicina y su investigación en Galicia.
En cambio, el Concello da Coruña ha respaldado sin matices la decisión de la universidad. La alcaldesa, Inés Rey, mostró su satisfacción a través de sus redes sociales y reiteró el apoyo del consistorio: “Desde o Concello continuamos amosando o noso apoio unánime para que A Coruña acade moi pronto unha reivindicación histórica e lexítima que contribuirá á mellora do noso sistema sanitario”.
Un camino largo
La aprobación del expediente es apenas el primer paso de un procedimiento complejo. Tras la creación de la comisión redactora —que integrará tanto personal universitario como especialistas externos—, la UDC deberá presentar una declaración de intenciones, elaborar la memoria justificativa y someter los documentos a información pública y a los órganos internos de la universidad. Después, el proyecto deberá obtener la autorización de la Xunta para ser remitido a la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia (Acsug) y posteriormente al Consejo de Universidades estatal.
Aunque el objetivo es comenzar a impartir el grado en 2027, la docencia clínica de segundo ciclo no llegaría hasta el curso 2030/31, según explicó el rector. Mientras tanto, la UDC defiende que el nuevo grado no es incompatible con los trabajos conjuntos para descentralizar los estudios existentes y confía en que su iniciativa no solo será viable, sino también beneficiosa para el conjunto del sistema universitario y sanitario gallego.