La Xunta de Galicia ha dado luz verde al proyecto de una gran mina de cuarzo a cielo abierto en la comarca coruñesa de Ordes, tras otorgar la declaración de impacto ambiental favorable al plan presentado por la empresa Erimsa, filial de la multinacional noruega Elkem AS. La explotación ocupará cerca de 1.000 hectáreas distribuidas entre los municipios de Frades, Mesía, Ordes y Oroso, y contará con una inversión cercana a los seis millones de euros para una actividad prevista de 30 años.
Según la resolución publicada en el Diario Oficial de Galicia (DOG), la mina se considera ambientalmente viable, aunque su desarrollo estará condicionado al cumplimiento de una serie de requisitos y a una vigilancia ambiental continua. El proyecto recibió 177 alegaciones de particulares, colectivos y administraciones, que fueron analizadas antes de emitir el informe definitivo.
Erimsa ya había obtenido en 2015 un permiso de investigación para evaluar la presencia de cuarzo en la zona y posteriormente modificó su propuesta, reduciendo en unas 160 hectáreas la superficie inicial y alejando la explotación del río Tambre. Se estima que el yacimiento permitirá extraer más de 380.000 toneladas de cuarzo metalúrgico.
La mina se situará en una zona de uso agrario, lo que implica que las fincas arrendadas para la actividad no podrán acogerse a ayudas de la Política Agraria Común (PAC) durante el tiempo que dure la explotación, perdiendo además la certificación de producción ecológica en los terrenos afectados. La empresa prevé utilizar las instalaciones ya existentes en Frades para el tratamiento del mineral.
Diversos organismos autonómicos emitieron observaciones durante la evaluación. La Dirección Xeral de Patrimonio Natural inicialmente consideró insuficiente el estudio ambiental, aunque lo avaló tras la incorporación de nuevas medidas, como el aumento de la distancia mínima al río Tambre y la protección de las masas forestales autóctonas. Por su parte, el Instituto de Estudos do Territorio reconoció el impacto sobre suelos agrícolas, pero concluyó que el paisaje podría recuperarse tras la restauración ambiental.
La Consellería de Medio Ambiente ha establecido que la extracción debe priorizar las zonas de monte o forestales durante los primeros años y limitar la afectación a las tierras de cultivo. También se prohíben los movimientos de tierra en días de lluvias intensas para evitar la erosión y los arrastres de sedimentos hacia los ríos. Cualquier vertido de aguas requerirá autorización expresa y se realizarán análisis anuales de control.
La autorización lleva las firmas de la directora xeral de Calidade Ambiental e Sostibilidade, María José Echevarría, y del subdirector xeral de Avaliación Ambiental, Alejandro Carrera, los mismos responsables que concedieron la declaración ambiental al polémico proyecto de Altri en Palas de Rei (Lugo).
 
											
 
				 
															