La Xunta de Galicia ha iniciado el proceso de licitación para adjudicar a una empresa privada la gestión de la nueva residencia de mayores del barrio de Eirís, en A Coruña. Este centro, construido y financiado por la Fundación Amancio Ortega, se integrará en la red de atención pública autonómica, aunque su administración quedará en manos de una entidad privada, tal y como había sucedido en las de Santiago y Pontevedra.
La residencia de Eirís es una de las siete que la fundación ha impulsado en las principales ciudades gallegas con una inversión de 180 millones de euros. Su apertura permitirá incorporar 150 nuevas plazas para personas mayores en situación de dependencia. Al igual que los otros centros promovidos por la Fundación Amancio Ortega, contará con una unidad especializada en el tratamiento del alzhéimer y otras patologías neurodegenerativas, así como con servicios de rehabilitación, fisioterapia y podología.
El contrato inicial tendrá una duración de dos años, con posibilidad de prórroga hasta un máximo de cinco. El presupuesto base de licitación asciende a 7,9 millones de euro, y el valor total del contrato, considerando las prórrogas, alcanzaría los 23 millones de euros.
La decisión de privatizar la gestión de este centro sigue la línea marcada por la Xunta en los casos de las residencias de Santiago de Compostela y Lugo, cuya explotación fue adjudicada a la Fundación Fesán. Del mismo modo, la gestión de la residencia de Pontevedra también está en proceso de licitación. Con esta estrategia, el Gobierno gallego mantiene su apuesta por la externalización de la atención residencial, en lugar de gestionar directamente estos centros.
El modelo de privatización aplicado en estos geriátricos reafirma la apuesta de la Xunta por el ya criticado modelo público-privado de estas residencias, financiadas con capital privado e integradas en la red pública pero gestionadas por terceras empresas que, en el caso de Pontevedra, disfrutan por contrato de un margen de beneficio del 5%.
Los casos de Santiago y Lugo
La gestión de las dos primeras residencias en estar operativas, las de Santiago y Lugo, fue adjudicada a la Fundación Fesán, la entidad que ofreció un menor coste por plaza: la Consellería de Política Social había fijado un coste máximo por plaza por día de 62,4 euros y la Fundación Fesán ofreció un precio de 55 euros, por debajo de los 60 de la Fundación Gerón o los 59 de la Fundación Valdegodos.
En el resto de aspectos a valorar más allá del coste, la Fundación Fesán no era la mejor posicionada: la que mejor ratio personal ofrecía era la propuesta de Gerón, mientras que Valdegodos fue la que obtuvo más puntuación en su metodología de intervención.