«Los abuelos gallegos ya eran preparacionistas»

En pleno debate sobre la seguridad y defensa internacional, Roberto Orosa, exmilitar y experto en supervivencia, explica que prepararse ante emergencias es algo ancestral
Roberto Orosa frente a una mochila y el kit de supervivencia 72 horas | ENFOQUES
Roberto Orosa frente a una mochila y el kit de supervivencia 72 horas | ENFOQUES

El pasado miércoles, la Unión Europea presentó la recomendación de que todos los hogares europeos deberían contar con un kit de emergencia que permita sobrevivir durante 72 horas sin asistencia externa, en previsión de crisis climáticas o conflictos. Esta medida forma parte de la Estrategia de Preparación de la UE, diseñada para afrontar los crecientes riesgos derivados del cambio climático y la inestabilidad geopolítica.

El concepto de «preparacionismo», o la práctica de estar listos ante cualquier eventualidad, se ha ido consolidando en muchos países, donde fenómenos como incendios forestales y lluvias intensas se han vuelto cada vez más frecuentes. Roberto Orosa, exmilitar con 27 años de experiencia en misiones internacionales y responsable de Orosa Aventuras en A Coruña, es uno de los principales defensores de este enfoque. Para Orosa, la idea de prepararse para lo inesperado tiene más de tradicional que de moderno. «En Galicia siempre hemos estado prevenidos. Nuestros abuelos ya eran ‘preppers’ sin saberlo. Almacenaban leña, preparaban la matanza o conservaban alimentos para los inviernos más duros. El preparacionismo moderno es solo una extensión de esas prácticas», comenta.

Mentalidad de previsión

El preparacionismo no solo se refiere a escenarios extremos, sino a tener una mentalidad de previsión ante cualquier imprevisto. «Guardamos comida por si no podemos ir a la compra, llevamos herramientas en el coche por si pinchamos… Nuestros abuelos ya hacían eso, solo que no tenían supermercados a la vuelta de la esquina ni internet», explica Orosa, destacando que este tipo de preparación no es exclusivo de ciertos contextos, sino una actitud común.

La recomendación de la UE de contar con un «kit de emergencia de 72 horas» implica tener elementos esenciales como agua, alimentos no perecederos, ropa de abrigo, un botiquín, linternas, un cargador solar y dinero en efectivo. Orosa también hace especial hincapié en la importancia de incluir pastillas potabilizadoras de agua, una herramienta clave para afrontar cualquier situación extrema. «Es cuestión de adaptarlo a tu entorno», señala, destacando que este tipo de preparación es relevante en cualquier lugar, no solo en áreas vulnerables a inundaciones como en Galicia.

Mientras que en varios países europeos el preparacionismo lo tienen más integrado como parte de la vida cotidiana, en Galicia, al igual que en muchas otras regiones, esta filosofía comienza a ganar terreno como respuesta lógica a los fenómenos climáticos cada vez más impredecibles o a decisiones geopolíticas desconcertartes. «La clave no es caer en el alarmismo, sino estar preparados para cualquier eventualidad, con la previsión adecuada», concluye Orosa.

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