Los máximos responsables de Igualdade en la Xunta de Galicia han cerrado filas en torno a Alfonso Villares, exconselleiro do Mar, investigado por una presunta agresión sexual. Aunque Villares presentó su dimisión el pasado junio tras ser declarado investigado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), las autoridades gallegas han admitido que ya en febrero conocían la existencia de la denuncia, relacionada con unos hechos ocurridos en diciembre del año pasado.
A pesar de ese conocimiento previo, la conselleira de Política Social e Igualdade, Fabiola García, ha justificado la actuación del Gobierno autonómico asegurando que se actuó «una vez iniciado el procedimiento judicial», apelando al «máximo respeto a la justicia» y evitando valorar si debería haberse tomado alguna medida con anterioridad.
Por su parte, el director xeral de Loita contra a Violencia de Xénero, Roberto Barba, ha defendido la gestión de Villares, calificando su comportamiento de “intachable” por haber dimitido “en el momento exacto”, es decir, cuando se formalizó su condición de investigado judicialmente. Barba también destacó que Villares renunció al aforamiento y aceptó someterse al proceso como un ciudadano más, considerando que esta actitud «beneficia a la institución».
Críticas desde oposición y sindicatos
La CIG también ha cargado directamente contra Fabiola García, acusándola de “hipocresía” por haber denunciado en febrero un cartel satírico por supuesta connotación sexista mientras “callaba” ante la denuncia por agresión sexual contra un compañero de Gobierno. “Se esconde y calla cuando se trata de un compañero de partido”, denunció la CIG, que exige a la conselleira un posicionamiento claro ante lo que consideran una muestra de permisividad e inacción institucional.
Esta crítica se suma a las de los partidos de la oposición: la responsable de Acción Feminista del BNG, Noa Presas, ha declarado que “unha denuncia deste calado non é un asunto exclusivamente privado” y ha calificado de “terrible” que hubiera “un posible agresor sexual” dentro del gobierno. Desde el Bloque exigen explicaciones al presidente Rueda y denuncian que no puede escudarse en el silencio. Presas también quiso enviar un mensaje a las mujeres gallegas, asegurando que si hoy “un home poderoso pode ser imputado por unha cuestión así, é tamén porque o feminismo ten avanzado nos últimos anos”.
En la misma línea, el PSdeG ha subrayado la “gravedad extrema” del caso y ha cargado contra la actitud del presidente de la Xunta por haber “gardado silencio” durante meses. La portavoz socialista de Igualdade, Paloma Castro, ha denunciado además la filtración del nombre de la denunciante, considerándolo una “vulneración intolerable” del derecho a la protección de la víctima, independientemente de su exposición pública.
