La compañía gallega Marcelino Group, especializada en el sector de la piedra, ha comprado las instalaciones de Levantina en O Porriño, apenas dos semanas después de que la empresa alicantina alcanzase un acuerdo de expediente de regulación de empleo (ERE) que afectó a 66 empleados. El anuncio lo realizó este martes Marcelino Group a través de sus redes sociales, tras haber informado previamente Levantina a los representantes de los trabajadores.
«Nos complace comunicar oficialmente la incorporación de la empresa Levgranite, división de piedra natural de Levantina Group con sede en O Porriño, al Marcelino Group. Este es uno de los hitos más importantes en nuestra historia, reafirmando nuestro compromiso con la piedra natural y la generación de valor en el tejido productivo gallego», señaló la compañía. Además, destacaron que esta operación refuerza su posición en el mercado al incorporar una nueva planta, dos canteras y dos almacenes de distribución.
Nuevos retos
La empresa también quiso reconocer el papel de la plantilla de Levgranite: «Queremos hacer mención especial a los trabajadores de Levgranite, cuya experiencia y conocimiento son invaluables, y juntos estamos seguros de que alcanzaremos grandes logros. Estamos preparados para afrontar este nuevo reto con mucho entusiasmo e ilusión, conscientes de las dificultades actuales, pero con la fuerza de nuestro capital social y la confianza de nuestros clientes y colaboradores».
Por su parte, UGT valora positivamente la operación. Consideran que el hecho de que empresarios gallegos, «solventes» y del propio sector, hayan adquirido las instalaciones supone una oportunidad para que el centro de O Porriño se convierta en un «referente» en el ámbito del granito.
25 día por año, máximo de 13 mensualidades
Esta compra se produce tras meses de incertidumbre, después de que Levgranite, filial de Levantina en O Porriño, anunciase a principios de año su intención de cesar la actividad industrial. Tras un proceso de negociación, se alcanzó un acuerdo para aplicar un ERE que afectaría al 57% de la plantilla —66 trabajadores de un total de 116—, con salidas progresivas e indemnizaciones de 25 días por año trabajado, hasta un máximo de 13 mensualidades.
La compañía destacó que el acuerdo alcanzado «garantizaba la actividad industrial» y permitía reducir el impacto inicial, ya que el ERE planteado en un primer momento preveía 95 despidos. Además, se mejoraron las condiciones para los trabajadores afectados.
Aunque durante la negociación del ERE se contempló la posibilidad de venta, el proceso se cerró con la aplicación del expediente. Ahora, dos semanas más tarde, se ha confirmado la venta a Marcelino Group.