Del 12 al 16 de marzo, Santiago de Compostela acoge la 20ª Mostra Internacional de Cinema Etnográfico (MICE), organizada por el Museo do Pobo Galego. Un festival que reivindica el cine como forma de descubrir el mundo desde diversas miradas y lugares y, en esta línea, nació MICEscola, un programa educativo creado hace tres años que ofrece a los estudiantes la oportunidad de explorar, reflexionar y contar su visión del mundo a través del cine.
«Moitas veces, por moito que vexamos cine, non o entendemos de verdade ata que nos preguntamos como se constrúe e como nos fai entender a nós mesmos», explica Coral Piñeiro, una de las responsables del proyecto junto a Bruno Arias, ambos cineastas. El objetivo es que los jóvenes que comprendan el cine como una herramienta de comunicación, de cuestionamiento y de construcción de la realidad.

A través de MICEscola, en esta tercera edición, estudiantes de secundaria de tres institutos gallegos —IES de Oroso (Oroso), IES de Cacheiras (Teo) y CPI Plurilingüe Cernadas de Castro (Lousame)— trabajan en la creación de sus propios cortometrajes, documentando e interpretando su entorno con los recursos disponibles en sus centros educativos. Pero más allá de la técnica, lo fundamental del proyecto es el proceso de reflexión, el aprendizaje sobre cómo se construyen las narrativas audiovisuales y el reconocimiento de que sus propias voces también merecen ser escuchadas.
Un paso más allá de ver cine: aprender a narrarlo
MICEscola nació como una evolución de MICE Petis, una sección que proyectaba piezas de cine etnográfico en centros educativos. Sin embargo, desde la dirección del festival entendieron que este primer contacto debía transformarse en algo más activo y participativo. Bruno Arias, codirector del proyecto junto a Piñeiro, explica que el objetivo de esta iniciativa es demostrar a los jóvenes que ellos también pueden contar historias y que su mirada sobre el mundo es relevante.
«Igual había que ir un pouquiño máis alá e facerlles saber ao alumnado que tamén a súa voz é relevante e que poden expresar a súa propia cosmovisión do mundo», explica. En este sentido, Arias destaca que el proyecto también les ayuda a pensar en cómo «se nos oculta a realidade a través do audiovisual en todas as súas formas: no cine, nas series, nas redes sociais».
Más proceso que resultado: una apuesta por la reflexión
A lo largo del curso, los alumnos trabajan en varias sesiones en las que aprenden a seleccionar un tema, escribir un guion, desarrollar una propuesta de dirección, rodar y montar su pieza final. «O proceso requiere tamén dun alumnado que estea motivado e, sobre todo, dun profesorado que nos bote unha man cando non estamos nas clases», explican los cineastas.
«Os estudantes son moi creativos, e hai traballos que van dende a recreación poética ata proxectos de corte máis clásico, pero sempre con moita liberdade», comenta Piñeiro. Aunque el objetivo del programa es la creación de un cortometraje de entre ocho y diez minutos, los organizadores insisten en que el proceso es más importante que el resultado final.
Las piezas finales creadas por los alumnos de MICEscola se presentarán en el Museo do Pobo Galego, dentro de la programación extendida de la 20ª MICE. La fecha exacta aún está por confirmar, pero se espera que la proyección tenga lugar entre finales de abril y principios de mayo.