“Non existe ningún refuxio de morcegos protexido pola Xunta en Galicia”

Roberto Hermida, biólogo de la Asociación de Morcegos de Galicia, señala que en la comunidad hay 11 especies amenazas, siendo el turismo y los eólicos sus mayores enemigos

Alberto Hermida en la Igrexa de Santa María a Maior de San Sadurniño | ENFOQUES

Roberto Hermida, biólogo pontés de la Asociación de Morcegos de Galicia, trata de acercar a la población estos mamíferos con la intención de sensibilizar sobre las amenazas que enfrentan en Galicia debido a que “non hai actuacións por parte da autoridade autonómica para a súa conservación e que os seus refuxios están desprotexidos”, aun tratándose de una especie de gran relevancia ecológica por su función en materia de polinización, dispersión de semillas y control de insectos.

En todo el mundo existen 1.462 especies de murciélagos, lo que los convierte en el segundo grupo de mamíferos con mayor diversidad después de los roedores, representando aproximadamente el 20% de todas las especies de mamíferos y el único que puede volar. En Galicia, en particular, se han identificado 25 especies, de un total de 52 que habitan en Europa, de las cuales 11 están en peligro y están incluidas en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas.

Sin embargo, es difícil dar datos exactos debido a sus hábitos nocturnos, a su capacidad de volar largas distancias, y la dificultad de acceso a sus refugios. A esto se suma la mencionada diversidad de especies, las limitaciones tecnológicas y la falta de recursos para la investigación, por lo que Hermida destaca que “non sabemos cantos morcegos hai con exactitude”. Pueden “supoñer en función do que imos coñecendo, como pode ser a distribución das distintas especies ou os requirimentos ecolóxicos das distintas especies”, como es la necesidad de cobijo.

En ese sentido, hay especies que son muy generalistas o muy adaptables, que son capaces de refugiarse en diversos lugares o de alimentarse de una variedad de presas amplias. Estas especies son más comunes habitualmente y sufren menos los cambios. “Pero as especies máis vulnerables ou ameazadas son aquelas que dependen de refuxios moi escasos, como por exemplo os morcegos cavernícolas”, que son los que se refugian en cuevas.

Principales amenazas y desprotección

“Agora o problema é que hai moito movemento de xente en covas por turismo ou outras actividades, o que altera eses ambientes que antes eran tranquilos para os morcegos”, explica. “Por iso están indo máis a refuxiarse ás minas, que son máis feas, máis perigosas e menos frecuentadas polos humanos”.

 

Grupo de Myotis daubentonii (murciélago de río) en un puente de Valdeorras | CEDIDA

Además de la invasión de sus hábitats, se suma la circunstancia de que “non hai refuxios protexidos en Galicia”, alerta Hermida. Hay algunas que cierran en invierno —como es la Cueva do Rei Cintolo, en Mondoñedo—, para que puedan hibernar.

Se añade, la regresión de los bosques maduros en Galicia, esenciales para la alimentación de algunas especies de murciélagos forestales —que son los que habitan en agujeros de troncos viejos—-, agrava la situación. “Son moi escasos e, sen eles, os morcegos que dependen deses hábitats teñen moi poucas opcións”, añade el especialista. Actualmente, 11 especies de murciélagos están incluidas en el catálogo gallego de especies amenazadas, lo que convierte a este grupo en el vertebrado con mayor representación en ese listado.

Falsos mitos y creencias populares

Hermida explica que muchas supersticiones sobre los murciélagos han alimentado una percepción negativa hacia ellos. Entre los mitos más extendidos en las zonas rurales está la creencia de que los murciélagos beben aceite de las lámparas o que roban el grano de los hórreos. “Isto probablemente vén das igrexas, onde as lámpadas de aceite tiñan unha tulipa con forma de funil, e os morcegos ás veces quedaban atrapados nelas”, comenta Hermida. Este tipo de refugios improvisados hizo que se difundiera la idea de que los murciélagos se alimentaban del aceite de las lámparas, cuando en realidad no podían salir de esos espacios y morían allí.

También se les ha atribuido la capacidad de alimentarse de los granos de maíz almacenados en los hórreos, algo que Hermida desmiente rotundamente. “Esas son cousas que nos atopamos no rural, pero son só mitos”, explica.

Además, Hermida abordó la idea errónea de que los murciélagos son peligrosos por su supuesta relación con el consumo de sangre.  “En Europa, todas as especies son insectívoras, non hai morcegos que se alimenten de sangue aquí”, aclara. A nivel mundial, solo existen tres especies de murciélagos hematófagos, las cuales habitan en el trópico americano —es en esta latitud donde su diversidad es especialmente notable— y dos de ellas son extremadamente escasas y amenazadas. Sin embargo, la cultura popular, influenciada en parte por el cine y la literatura, ha asociado erróneamente a todos los murciélagos con hábitos hematófagos.

Un aliado en el control de plagas

Lejos de ser una amenaza, los murciélagos son uno de los principales aliados en el control de plagas. Hermida explicó que “se os insectos son a gran biomasa ambiental do planeta, os morcegos son os grandes reguladores da biomasa”, lo que les otorga un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas.

 

Myotis crypticus fotografiado en Os Ancares | CEDIDA

Su dieta se basa principalmente en insectos que, en muchos casos, son plagas agrícolas, forestales o sanitarias. “Moitas especies de insectos poden dar lugar a pragas, e os morcegos axudan a regular ese efecto”, añade. De hecho, en algunas partes de España, como el delta del Ebro, los murciélagos están siendo utilizados para combatir plagas en los cultivos de arroz.

Falta de protección por la Xunta

A pesar de su relevancia ecológica y las obligaciones legales de protección, Hermida criticó duramente la falta de medidas por parte de la Xunta de Galicia: “quen ten a obriga de desenvolver plans de conservación para as especies de morcegos incluídas no catálogo de especies ameazadas”, pero advierte que eso no se está haciendo. Desde la última actualización del catálogo en 2011, no se ha implementado ningún plan de conservación para los murciélagos, lo que constituye un incumplimiento de la normativa autonómica y europea.

Además, Hermida denuncia que “non existe ningún refuxio de morcegos protexido en Galicia pola Xunta”, lo que deja a las especies más vulnerables expuestas a la pérdida de sus hábitats sin ninguna protección real. Llama la atención sobre la principal causa de muerte no natural del murciélago: los eólicos. “Non fai falta que lle dean as aspas, cando pasan preto revéntalles por dentro o cambio de presión”.

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