La Fundación María José Jove (FMJJ) y la Asociación de Bulimia y Anorexia de A Coruña (ABAC) han puesto en marcha un innovador programa terapéutico que introduce perros de terapia en el proceso de recuperación de personas con trastornos de la conducta alimentaria (TCA). La iniciativa, que se desarrolla durante los meses de julio y agosto, tiene como objetivo proporcionar herramientas motivadoras que refuercen la autoestima, reduzcan el aislamiento y favorezcan la mejora emocional de los pacientes.
Según informan ambas entidades, el uso de perros en contextos clínicos no solo ofrece compañía, sino que desempeña un papel clave como elemento terapéutico. “La presencia de un perro ayuda a mejorar el estado de ánimo, reduce el riesgo de depresión y promueve la motivación y las relaciones sociales, generando un impacto positivo en la salud mental y física”, destacan desde la organización.
El programa se lleva a cabo una vez por semana, en horario de tarde, e incluye dinámicas que trabajan distintas áreas del desarrollo personal con el perro como eje central de la sesión. Las actividades están diseñadas para potenciar la gestión emocional, fomentar la autonomía, mejorar las habilidades sociales, reducir el aislamiento social y descubrir nuevos intereses.
Los canes que participan en estas sesiones pertenecen a la Escuela Canina Candamín. Todos ellos han sido entrenados específicamente como perros de terapia, con un temperamento tranquilo, dócil y adaptable, ideal para trabajar en entornos clínicos y con población vulnerable.
Apoyo más allá de la terapia asistida
Esta no es la única línea de colaboración entre la FMJJ y ABAC. Desde el año pasado, la fundación financia plazas en el comedor terapéutico de ABAC para familias que no pueden afrontar su coste. Este comedor, uno de los pocos dispositivos de este tipo en Galicia, es una pieza clave en el tratamiento de los TCA. Con capacidad para diez personas, su objetivo es evitar la cronificación de la enfermedad, recuperar un peso saludable, fomentar hábitos alimentarios equilibrados y estabilizar rasgos de personalidad vinculados a la ingesta.
Con esta nueva iniciativa, FMJJ y ABAC buscan ampliar el alcance del tratamiento tradicional mediante estrategias innovadoras que refuercen el bienestar emocional y social de las personas con TCA. Los perros de terapia se convierten así en aliados en un proceso largo y complejo, pero lleno de esperanza.