El anuncio de la dimisión de Manuel Baltar como presidente del PP de Ourense ha generado un terremoto político en el partido tanto a nivel provincial como autonómico. El hasta ahora líder popular habría presentado su renuncia por escrito y este viernes tan solo lo confirmará en la reunión interna de la formación, a a que también está prevista la asistencia del propio presidente de la Xunta y el PPdeG, Alfonso Rueda.
Será entonces cuando se creará una gestora encabezada por el presidente de la Deputación de Ourense, Luis Menor. Y ahí terminan las certezas para los populares ourensanos: de acuerdo con fuentes del PP de Ourense, la unidad del partido no estaría garantizada, con una clara división entre oficialistas y “baltaristas” que llega en un contexto muy complejo, a las puertas de unas elecciones autonómicas a las que concurrirá Democracia Ourensana, dispuesta a disputar su espacio electoral.
Entre el entorno de Baltar ya se empiezan a escuchar señalan que por parte de partidarios de Baltar se han escuchado planteamientos como “ahora nada me une al PP”, “voy a seguir a Baltar hasta el final” o “no sé qué hago en el PP”. En este contexto también cobra especial importancia la figura de José Luis Baltar, un referente a nivel provincial en cuyas manos podría estar el destino del PP de Ourense y de la Xunta.
Varios alcaldes y cargos afines a Baltar estarían fantaseando con la posibilidad de recuperar Centristas de Galicia, una posibilidad que el PPdeG intentará evitar a toda costa: la formación se integró en 1991 en Alianza Popular (AP) y desde entonces Manuel Fraga y José Luis Baltar primero y Alberto Núñez Feijóo y Manuel Baltar después consiguieron mantener una cierta paz.
El mapa daría un vuelco por completo con Luis Menor, afín a Alfonso Rueda, sustituyendo a Manuel Baltar como presidente de la Deputación y del PP de Ourense, dejando ambas instituciones sin un Baltar al frente por primera vez desde 1990.
La caída de Manuel Baltar
La provincia de Ourense es un tradicional bastión electoral de los populares. Sin embargo, diversas polémicas, incluyendo una denuncia por acoso sexual y otra por conducción temeraria –cuando Baltar fue detectado a 215 km/h en un coche oficial–, han ensombrecido la reputación del líder. A pesar de estos incidentes, Baltar previamente había mantenido un apoyo considerable dentro del partido a nivel autonómico, pero las tensiones internas han ido en aumento tras los resultados electorales del 28 de mayo, cuando el PP no logró una mayoría absoluta en Ourense.
La pérdida de la hegemonía del PP en Ourense marca su inicio en el 2019, cuando necesitó pactar con Democracia Ourensana para mantener la presidencia provincial. Con la actual renuncia de Baltar, la situación podría acentuarse, y DO podría ocupar parte del espacio popular si, tal y como avanzó Jácome, decide presentar una candidatura y aprovecharse de la situación.