Una mujer de 29 años, vecina de la parroquia viguesa de Valadares, permanece ingresada en la UCI del Hospital Povisa de Vigo tras haber sido rociada con gasolina y quemada por su expareja, Borja Rial Rodríguez, de 41 años. El incidente, ocurrido el pasado sábado a las 09:00 horas frente al domicilio de la víctima, ha conmocionado a la comunidad local por la gravedad de los hechos, pero también debido a haber estado en el punto de mira por la sospechosa muerte de su pareja en el año 2010.
Según fuentes policiales, el agresor esperaba a la víctima en el camino de O Portal, armado con una botella de gasolina. Al verla salir de su casa, la roció con el líquido inflamable y le prendió fuego. La mujer, identificada como Yohanna Comesaña, logró sofocar las llamas por sí misma rodando en el suelo y pidiendo ayuda a un familiar, que estaban dentro de la casa. Unos gritos que alertaron a la madre y a la hermana. A pesar de las graves quemaduras que sufre en el 35 % de su cuerpo —concentradas en espalda y brazos—, tuvo la entereza de poder decir el nombre y apellidos de su agresor.
El agresor intentó huir hacia Gondomar, pero fue detenido por la Policía Nacional poco después. Al ser arrestado, Borja Rial se resistió violentamente y trató de agredir a los agentes con una botella de cerveza. Fue trasladado a la Comisaría de Vigo-Redondela y se le imputan cargos por intento de homicidio y atentado contra la autoridad. Este lunes ha sido puesto a disposición judicial, y el juzgado decretó su ingreso en prisión provisional sin fianza en la cárcel de A Lama, acusándolo de tentativa de asesinato.
Maltratador reincidente
Este brutal ataque no es el primer incidente violento relacionado con Borja Rial. En mayo, poco después de que Yohanna terminara la relación, su coche fue incendiado frente a su casa. Aunque ella denunció a Rial como posible autor, la falta de pruebas directas impidió que se le acusara formalmente. Además, el historial de Rial incluye un episodio en 2010 cuando su entonces novia, Isabel Solla, fue hallada muerta en Vincios de un disparo en la cabeza. Aunque inicialmente fue detenido como sospechoso, el caso se cerró como un suicidio, y Rial fue puesto en libertad.
Por eso, y por la mala relación que ya tenía con Yohanna, los vecinos de la parroquia de Valadares no se mostraron sorprendidos por el ataque. Describen a Borja Rial como una persona con antecedentes conflictivos, conocidos por su entorno más cercano. Mientras tanto, Yohanna, quien recientemente había comenzado a gestionar una cafetería en el centro de Vigo, se enfrentaba a un constante acoso por parte de su expareja tras la ruptura.
La investigación está ahora en manos de la UFAM de la comisaría de la Policía Nacional de Vigo y el juzgado de guardia ha acordado inhibirse en favor del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo, dado que investigado y víctima mantuvieron una relación sentimental.