El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha asegurado este lunes que su respaldo a Alfonso Villares, exconselleiro do Mar, se limitó al «ámbito profesional» y que «nunca» lo apoyó como denunciado por una supuesta agresión sexual.
«Era miembro de mi Gobierno y, en cuanto se produjo la imputación, dejó de serlo», ha afirmado en su comparecencia posterior al Consello de la Xunta. Rueda ha explicado que el abrazo que le dio a Villares la semana pasada, tras su dimisión, fue una muestra de «agradecimiento por su labor» al frente de la Consellería.
Las palabras de Rueda llegan después de varios días de intensas críticas y de que se conociera que el presidente gallego supo de la denuncia presentada por la presentadora Paloma Lago contra Villares ya en febrero. Sin embargo, el exconselleiro continuó en su cargo durante casi cuatro meses, hasta que el pasado martes, 3 de junio, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) notificó formalmente que Villares pasaba a estar investigado. Fue entonces, y no antes, cuando Rueda comunicó el caso al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
El presidente ha insistido en que actuó «en cuanto hubo un pronunciamiento judicial» y ha defendido su proceder frente a las críticas de la oposición y de distintas organizaciones feministas. «Confío mucho en la justicia y no voy a tratar como culpable a quien la justicia no ha declarado culpable», ha remarcado.
No obstante, su reacción ha sido duramente cuestionada desde múltiples frentes: incluso la fiscal de sala jefa de la sección penal del Tribunal Supremo, Teresa Peramato, afirmó en una entrevista en la Cadena Ser que «lo que se debe hacer es abrazar a las víctimas y no cuestionarlas desde el primer momento». Por su parte, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, calificó de «horror e preocupación» la actuación del Gobierno gallego y acusó a Rueda de enviar «unha mensaxe moi preocupante» al mantener durante meses en su cargo a un conselleiro denunciado por agresión sexual.
El caso Villares marcará el próximo pleno
El caso de Alfonso Villares se convertirá previsiblemente en el eje central del próximo pleno del Parlamento de Galicia, que se celebrará los días 10 y 11 de junio. El BNG ha solicitado de forma urgente la comparecencia de Rueda para que explique «por que estivo durante meses tapando e ocultando que un membro do seu goberno estaba denunciado por agresión sexual». Los nacionalistas han registrado una solicitud para convocar una Xunta de Portavoces extraordinaria este martes a las 09:30 horas, con el objetivo de modificar el orden del día del pleno y forzar la presencia del presidente en el hemiciclo.
Tanto el BNG como el PSdeG han incrementado la presión para que Rueda rinda cuentas públicamente. A pesar de que el presidente ha afirmado este lunes que «por supuesto» responderá a las preguntas que se le formulen en la sesión de control parlamentario, la oposición exige una intervención específica y clara sobre los motivos que lo llevaron a no apartar a Villares desde que tuvo conocimiento de la denuncia.
Mientras tanto, Rueda sigue apelando a su «confianza en la justicia» y defiende que la renuncia de Villares llegó «en horas» tras la notificación judicial.