Un físico gallego crea una fórmula para analizar cómo se comportan los gatos con las personas

Anxo Fariña Biasi, investigador del Igfae, ha desarrollado una fórmula desde el punto de vista de la física teórica basándose en el comportamiento de su propia gata, Eme

El físico Anxo Fariña Biasi, investigador del Instituto Galego de Física de Altas Enerxías | IGFAE

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El investigador del Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (IGFAE) Anxo Fariña Biasi ha desarrollado una fórmula para analizar, desde el punto de vista de la física teórica el comportamiento de los gatos en presencia de las personas. Para ello, el físico se inspiró en los movimientos de su propia gata, Eme.

De ello ha informado el Instituto Galego de Física de Altas Enerxías en un comunicado, en el que destaca que la fórmula desarrollada por el investigador ha sido publicada en un artículo de la revista ‘American Journal of Physics’.

“Este artículo quiere acercar la física a los no expertos, al ofrecer un ejemplo ameno a través del cual es posible comprender varios conceptos de la mecánica clásica”, explica para señalar que, para ello, se construye una ecuación que modela el comportamiento de un gato en presencia de una persona. Así, lo considera al animal como una partícula puntual que se mueve en un potencial inducido por la persona.

Anxo Fariña Biasi, físico originario de Pontevedra, se ha incorporado al IGFAE, centro mixto de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y la Xunta de Galicia, a través del programa Junior Leader de la Caixa, procedente del departamento de Física de la École Normale Supérieure de París. En Santiago, donde ya realizó la tesis doctoral, desarrollará su línea de investigación en ecuaciones de evolución no lineales, en la intersección entre la física y las matemáticas, integrándose en el equipo de Teoría de Cuerdas y campos relacionados.

En su artículo, Anxo parte de siete dinámicas o pautas extraídas de su día a día con Eme, y utiliza la hipótesis de que “los gatos se comportan como si percibiesen una fuerza alrededor de una persona”. De este modo, el artículo expone que las siete dinámicas pueden modelarse, como primera aproximación, considerando al gato como una partícula puntual que obedece a la mecánica de Newton.

Partiendo de la fórmula publicada y a través del análisis del movimiento del felino, señala que es posible mostrar como se construyen las propias ecuaciones. “El trabajo demuestra, de una forma amena, el proceso mental seguido en la construcción de modelos de física, que en pocas ocasiones se detalla en los libros”, indica.

Así, por ejemplo, se analizan los patrones de movimiento —o no movimiento— derivados del hecho de que los gatos no suelen acudir cuando los llaman, se distraen fácilmente suelen permanecer más tiempo en el regazo de su persona favorita. De este modo, el modelo de interacción gato-humano acerca la física a los no expertos, demostrando a través de una situación curiosa y familiar el razonamiento que subyace a la construcción de los modelos físicos.

El investigador incide en que este artículo “está pensado para su uso en cursos introductorios de mecánica clásica, con el fin de demostrar como comportamientos aparentemente complejos y sin relación entre sí pueden explicarse mediante leyes sencillas. Lo hace mostrando “una serie de dinámicas que son fáciles de visualizar, reduciendo la necesidad de abstracción”, y presenta una “ecuación con diferentes términos, cubriendo los fundamentos de la mecánica clásica”.

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