El debate a cinco de la CRTVG concluyó, el único en el que participará el candidato del PPdeG, Alfonso Rueda, mostró a un presidente de la Xunta de Galicia sobrepasado por el escenario, con pocas propuestas y muchas dificultades para defender su gestión frente a una alternativa de izquierdas liderada por Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro que dejó de lado sus diferencias para centrarse en los 15 años de los populares en el Gobierno gallego.
El encuentro celebrado en la noche de este lunes, el único en el que ha confirmado su presencia el presidente gallego, estaba hecho a medida de Rueda, situándolo como único candidato de la derecha frente BNG, PSdeG, Sumar y Podemos. A pesar de un escenario favorable, el presidente no se mostró cómodo en ningún momento y terminó por recurrir a temas alejados de la realidad gallega como ETA, Bildu, Cataluña o la amnistía.
El candidato del PPdeG insistió en situarse como única alternativa frente a un “multipartito” de izquierdas, alertando del riesgo de importar a Galicia “el barullo de la política nacional”, si bien fue él quien puso sobre la mesa las disputas a nivel estatal y alejó el foco de la comunidad que su partido lleva gobernando desde 2009.
El careo, con la participación de Alfonso Rueda (PP), Ana Pontón (BNG), José Ramón Gómez Besteiro (PsdeG), Marta Lois (Sumar) e Isabel Faraldo (Podemos), se prolongó hasta la medianoche, cuando los candidatos cerraron con sus minutos de oro casi dos horas y media de un debate encorsetado que sólo saltó por momentos con una docena de encontronazos, todos protagonizados por Rueda con la oposición.
Y es que Faraldo, Lois, Besteiro y Pontón evitaron la confrontación entre ellos para enfocarse en la persona que, precisamente, ocupaba el lugar central del plató, Alfonso Rueda. Este se erigió como opción de “confianza” para mantener Galicia fuera del “ruido” de la política del Estado.
Por su parte, la oposición apeló a la movilización del electorado ante una cita con las urnas en las que ven posible terminar con 15 años del PP en la Xunta si crece la participación y se expresa en las urnas la “mayoría” que se manifestó el pasado domingo en Santiago en defensa de la sanidad.
La cita, dividida en tres bloques y en la que los moderadores trataron de reducir las interrupciones, vio cómo se elevaba el tono en apenas una decena de ocasiones, con los encontronazos en los que Rueda afeó a Pontón la relación del BNG con el independentismo vasco o a Besteiro la subida de los peajes en la AP-9 que el socialista se comprometió a eliminar si alcanza la Xunta, después de censurar que el PP votase en contra de la subida de las pensiones en el Congreso.
Rueda contra Pontón
“El BNG siempre ha tenido claro que está en contra de ETA”, proclamó la aspirante nacionalista, que recordó la participación de Rueda en la manifestación convocada por Galicia Bilingüe durante los años del bipartito, en un momento en el que las posturas sobre el estatus del gallego en la educación encendió un apagado debate hasta ese instante.
De hecho, la segunda mitad del debate derivó hacia un intenso careo entre Rueda y Pontón que, reivindicándose en varias ocasiones como “presidenta”, acusó a Rueda de emplear la situación en Cataluña para desviar la atención de su gestión en la Xunta. A ello, el popular rebatió, en varias ocasiones, que el BNG llevaba en su programa “el monolongüismo” en gallego en la educación, además de afearle el apoyo de la formación frentista a una marcha en Bilbao “en apoyo a los presos de ETA”.
Puntualidad y un plató de estreno
La tarde noche se había abierto con la llegada de los candidatos a las instalaciones de San Marcos de la TVG, hasta donde también se acercó una furgoneta de Vox que trató de entrar en el recinto para protestar por su “exclusión” del debate. Su entrada en el complejo del ente público le fue denegada por el personal de seguridad.
El horario de llegadas se cumplió de forma estricta. Escalonados con diez minutos de diferencia, los candidatos fueron llegando al complejo situado a las afueras de la capital gallega. La primera en hacerlo fue la candidata de Podemos, Isabel Faraldo, que eligió el taxi como vehículo de transporte, al igual que Marta Lois. El socialista José Ramón Gómez Besteiro, la nacionalista Ana Pontón y el popular Alfonso Rueda, último en llegar, lo hicieron en vehículo particular.
Recibidos en el hall por los moderadores del debate, Marta Darriba y Alejandro López, los candidatos se encaminaron después a las salas, donde, acompañados de sus asesores, terminaron de repasar los últimos detalles y se prepararon para el arranque del debate, celebrado en un renovado plató, de estreno esta noche.
De hecho, los reporteros gráficos tuvieron que emplear unas calzas textiles sobre su calzado para no dejar marcas sobre el suelo del plató en el momento en el que entraron a tomar contacto con la luz de la sala, antes de que los candidatos posasen para la foto conjunta.
Error de realización
Con la emisión en marcha y tras una explicación de la organización del debate, la ronda de presentación de los candidatos dejó la primera anécdota de la noche. Cuando los moderadores saludaban a la cabeza de lista del BNG, Ana Pontón, la realización pinchó la imagen del aspirante socialista, José Ramón Gómez Besteiro, que fue presentado a continuación.
El detalle generó ruido en las redes sociales, especialmente entre las filas del Bloque. Simpatizantes y referentes de la organización nacionalista, incluida la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, publicaron mensajes afeando lo ocurrido e hilándolo con las denuncias de “manipulación informativa” que, desde hace años, realizan trabajadores de la CRTVG, de quienes también se han acordado en su turno de apertura Marta Lois e Isabel Faraldo.
Pontón también fue la protagonista de otro de los momentos del debate, en los últimos minutos del bloque de políticas sociales, cuando la moderadora Marta Darriba le dio la palabra pese a que quien la había pedido era la candidata de Sumar, algo que declinó la nacionalista aludiendo a que, aunque tenía tiempo, Marta Lois era quien quería intervenir.
Otro de los detalles lo dejó Besteiro, al que se le cayeron los papeles al suelo desde el atril justo en el momento en que reinaba el silencio en el plató después de que Pontón lanzase una pregunta a Rueda. Para recoger los papeles, el socialista contó con la ayuda de Marta Lois, situada a su lado.